Cuartel general de San Pedro,
a 8 de septiembre de 1820, 10°.
Al Excmo. señor Vicepresidente de Cundínamarca.
He recibido en mi viaje las correspondencias de V.E. hasta el 29 de agosto, las cuales contestaré detalladamente luego que tenga un momento de reposo; a lo más urgente diré:
Que V.E. está autorizado para nombrar la comisión que me propone para el ejército del Sur.
Segundo: está autorizado para tomar todas las medidas de policía que juzgue necesarias con respecto a los enemigos que han vuelto a sus hogares.
Tercero: que las dietas de los miembros del congreso deben pagarlas las respectivas provincias, mientras que el cuerpo legislativo decreta lo conveniente.
Cuarto: que por acallar los clamores de Cundinamarca, sacaré 4.000 hombres de su territorio y los llevaré a Venezuela, donde perecerán probablemente por la guerra y por la peste y desertarán los venezolanos. Para reparar esta pérdida, V.E. está autorizado para levantar otros 4.000 hombres para defender a Cundinamarca, desde Antioquia hasta Cúcuta, repartiendo en los distritos más proporcionados dichas tropas. Yo enviaré cuadros para estos cuerpos y quedarán en las cercanías de Cúcuta más de mil hombres para su defensa. Por consiguiente, las tropas que están en marcha para Cúcuta deben esperar nuevas órdenes y hacer alto dondequiera que estén.
He pedido al gobernador de Antioquia 24.000 pesos para pagar 2.000 fusiles que he contratado en Barranquilla. V.E. podrá disponer de estos 2.000 fusiles, pidiéndolos al coronel Montilla, para armar cuerpos en Antioquia, Mariquita y Neiva. Inste V.E. por que vayan los 24.000 pesos al coronel Montilla para dicho objeto.
Nuestra expedición debe estar ya en Santa Marta compuesta de 1.600 hombres de los cuerpos de Lara, Córdoba y Maza. Este mismo cuerpo marchará con el coronel Lara a Maracaibo y el batallón Girardot, que acaba de pasar, irá de guarnición a Santa Marta. Mil hombres bloquean a Cartagena en Turbaco y sus cercanías y 10 o 12 buques de guerra, la mayor parte del Estado, la bloquean por mar. En las sabanas de Tolú he mandado levantar un batallón y un escuadrón. En Mompox he mandado levantar 800 hombres que ya se están disciplinando; en Chiriguaná el coronel Montes de Oca con 600 hombres está para marchar al Valle Dupar a cubrirlo, pues se ha mostrado muy enemigo. El Magdalena está cubierto por una numerosa y fuerte escuadrilla sutil. Las riberas de este río, se muestran muy patriotas; lo interior de Cartagena bastante favorable y lo interior de Santa Marta muy hostil.
He mandado al gobernador Gual [1] que organice ambas provincias; he prohibido la circulación de la mala moneda; he ordenado que se cobre un 33 por ciento sobre las mercancías introducidas en el país por Sabanilla y he encarecido mucho la pronta organización de las rentas para subvenir a los gastos de la escuadra, que es muy costosa, manteniéndose las tropas hasta ahora a costa de los pueblos que manifiestan aún buena voluntad.
Los 14.000 pesos que ha recibido el coronel Montilla se han gastado íntegros en víveres, armas y pertrechos para la expedición. El almirante ha traído pocas municiones y ha sido preciso comprarlas y cada día está este señor más desesperado por sus deudas y gastos.
El coronel Montilla se conduce perfectamente, pero no así Maza que se ha portado como siempre; está destinado a Maracaibo con Lara.
Aunque el comandante Córdoba es joven y violento, es el que he nombrado de comandante general de Santa Marta.
Supongo a V.E. instruido de la negociación de Linares, cuyo resultado ha sido ninguno, sin dejar de prometer grandes esperanzas.
El 17 estaré en Cúcuta y probablemente pasaré a Apure a principios de octubre con la mayor parte de nuestras tropas.
Apruebo lo que V.E. ha ordenado al general Valdés [2] sobre la desocupación de Popayán; mucho deseo el aumento de aquel ejército.
El coronel Morales mande V.E. que vaya a Bogotá para que sea juzgado y el coronel Fortoul irá a reemplazarlo, y el comandante Mantilla que venga a Pamplona.
Dios guarde a V.E. muchos años.
BOLÍVAR
P.D: El congreso se ha puesto en receso otra vez y todo calmó en Angostura, según los avisos oficiales del ministro de Estado; no han llegado a Angostura más fusiles que los que se han comprado al contado; los 30.000 de que habla Vergara [3] ni han venido ni vendrán; sabemos que fueron a Haití y allí los compró Cristóbal.
Al margen: Contestado en 30 de octubre. (Rúbrica de Santander).
* De un impreso moderno. "Cartas del Libertador" (Fundación John Boulton, tomo XII, págs. 210-212.
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