Rosario, julio 2 de 1820.
Al señor Comandante General de la Guardia.
Por la correspondencia de Angostura que me incluyó V.S. en su oficio de ayer se ha sabido que han llegado allí más de 8.000 fusiles, de los cuales están ya en Guasdualito dos mil. S.E. quiere que envíe V.S. por ellos las 60 mulas que han ido destinadas para los Cazadores a Caballo. De aquí salen algunas enjalmas con ese fin, y V.S. completará lo que falte.
Recomienda a V.S. S.E. que haga los mayores esfuerzos por auxiliar este armamento de todos modos, hasta ponerlo en Río Frío.
Llegado allí, la tropa debe traerlo hasta San Cristóbal. V.S. conoce mejor que nadie los obstáculos que deben vencerse, y puede por consiguiente dictar medidas más convenientes para que se verifique la conducción con más prontitud y comodidad. El Teniente Coronel Padrón [1] ha venido encargado de esta primera remisión, él, y el Teniente Coronel Silvestre Alvarez [2] se encargarán de trasladarlo hasta Río Frío [3]. Incluyo a V.S. una colección del Correo del Orinoco que ha llegado.
Dios guarde, etc.
PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ
* Del copiador de la Secretaría. Archivo del Libertador, O’Leary, tomo XVIL folios 69 vto. al 70, 2a parte.
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