Al Excmo. señor Vicepresidente de Cundinarnarca.
El Libertador ha recibido con satisfacción el oficio de V.E., fecha de 17, participándole el triunfo del ejército del Sur en Pitayó [1]. Mientras se recibe el detalle de la acción, y se recompensan debidamente todos los que lo merezcan por su conducta, aprueba S.E. el que se confiera el mando efectivo del batallón de Netva al Comandante García y se dé el grado al Capitán Pizarro [2].
S.E. quiere que invite V.E. al señor General Valdés para que continúe las operaciones, aprovechando las ventajas que un suceso tan decisivo e importante debe ofrecerle. Destruido el cuerpo principal del enemigo, no esperará éste un nuevo encuentro. Si se atreve de nuevo a presentarse será otra vez batido, mucho más si no se le da tiempo de rehacer su fuerza moral, que debe haber decaído mucho. Si intenta retirarse y evitar otra batalla, ocuparemos todo el país que abandone y le privaremos de los recursos que podía sacar de él. En una palabra, estando tan decidida la fortuna y la superioridad de nuestras tropas sobre las del enemigo del Sur deben activarse las operaciones, buscar al enemigo y batirlo donde esté, si no fuere absolutamente imposible. El número de éste debe imponer ya muy poco temor a nuestros soldados, acostumbrados a vencerlos en todas partes.
Dios guarde, etc.
Rosario, junio 26 de 1820.
PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ
* De un impreso moderno. O’Leary, "Memorias", tomo XVII, págs. 241-242.