San Diego, 5 de diciembre de 1817.
Al General Zaraza.
Ayer he tenido el dolor de saber por el Comandante Montes [1] el suceso del 2 en la Hogaza [2]. Por evitar esta desgracia, que todos preveían, abandoné la empresa sobre San Fernando [3] y vine yo mismo a auxiliar a V.S.
Desobedeciendo mis órdenes V.S. ha sacrificado la División de infantería que había puesto bajo su mando, porque jamás pude persuadirme que V.S. dejase de ejecutar su deber. Ahora, pues, de V.S. depende curar las heridas que le ha dado a la República, y yo espero que V.S. aprenderá a obedecer enseñado por la experiencia.
Ya que la caballería se ha salvado toda, reúnala V.S. y auméntela del modo que sea posible, trayéndola al punto que yo le indique, que por ahora debe ser aquí. Si el enemigo se acercare, marchará V.S. siempre hacia mí con todas sus fuerzas reunidas, y si es necesario llegará V.S. hasta la Soledad [4], a donde deben marchar los Generales Bermúdez y Monagas con todas sus fuerzas a incorporarse conmigo. Mi ejército reunido no bajará de cinco mil hombres; pues estoy resuelto a [5] agotar todos los recursos, y estoy [6] resuelto a emplear la espada y el fuego contra todos los que directa o indirectamente no cooperen a la salvación de la República.
V.S. tendrá cuidado de enviar espías al enemigo para que observen sus movimientos, y diariamente me dará V.S. parte de ellos, como también un estado de las fuerzas que reúna o aumente, teniendo entendido que estos estados deben venir todos los días anotándose en ellos las altas y bajas y las causas que las producen. Yo espero tener los partes que deseo y del modo que deben darse.
Dios guarde, etc.
[BOLÍVAR]
* Del copiador. Archivo del Libertador, vol. 24, fol. 164v°-l65. Escrito de letra de Jacinto Martel. Para las características del cuaderno copiador, véase la nota principal del Doc. N° 2166.
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