Trujillo, octubre 30 de 1820.
Al Excmo. señor Vicepresidente de Cundinamarca.
La correspondencia de Angostura de 6 de septiembre contiene las noticias más lisonjeras. A la reunión del teniente coronel Torralva con sus tropas a nuestras banderas, se ha seguido la del capitán Centeno con la guarnición del Valle de la Pascua, y la conmoción de todos los pueblos del oriente de Caracas. El comandante español Arana, que salió de Onoto con 800 hombres, ha llegado a Calabozo con cerca de 200, y sus desertores, incorporados al ejército de oriente, han aumentado infinitamente aquel cuerpo. Su jefe, el señor general Bermúdez, pide al gobierno 2.000 fusiles, que por lo menos necesita para armar los pasados que cada día recibe del enemigo y los hombres que se le presentan al servicio de los pueblos que los españoles habían oprimido.
El batallón de Clarines, que guarnecía la ciudad y puertos de Carúpano en la provincia de Cumaná, se ha sublevado matando al comandante y oficiales españoles. Este movimiento parece que era de acuerdo con el gobierno de Margarita, de donde ya habían venido auxilios a Carúpano.
Las tropas de Cumanacoa marcharon a Cariaco [1] a proteger allí la insurrección, y las de Güiria venían por la costa para dejar reducida la posesión de los españoles a sólo la capital de Cumaná. Esta plaza debe también hallarse libre; el batallón de milicias, que constituía la tercera parte de su guarnición, estaba con nuestras tropas para entregar las fortificaciones el día que entrase de servicio; pero descubierto el proyecto por un sargento que estaba en él, ha sido malogrado. Muchas prisiones y ejecuciones ha habido en consecuencia, y la ciudad quedaba en una gran confusión: se dice como positivo que ha sido evacuada. Esperemos los detalles de estos sucesos.
Algunos individuos que vienen del occidente aseguran que la costa de Caracas estaba en insurrección; que el general Morillo estaba en la capital y había llamado parte de la guarnición de Valencia para contener el movimiento. Sea o no sea esto cierto, la verdad es que todo el país está en conmoción y que los españoles, reducidos en Venezuela a sólo el centro de la provincia de Caracas después de la evacuación de Guanare, que se nos ha participado, y cuyo aviso oficial esperamos, están en la alternativa de hacer la paz, de embarcarse o de morir, para expiar las crueldades con que han afligido este desgraciado país.
El ejército se prepara a continuar sus marchas. El batallón Anzoátegui pasará hoy por Mérida; Bogotá continuará mañana del Rosario, y desea el Libertador que Tunja y Vargas lleguen a tiempo.
Dios guarde a V.E. muchos años.
El ministro,
PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ
Nota.—Se comunicaron también al vicepresidente de Venezuela las noticias de la insurrección de la costa, la evacuación de Guanare y Barinas, la marcha que va a hacer el ejército: se anuncia el armisticio y se le dicen las noticias venidas de Maracaibo.
* De un impreso moderno. "Correspondencia dirigida al General Santander", volumen III, págs. 258-259.
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