.
Portada del sitio > 23) Período (02JUN AL 30SEP 1823) Correspondencia Oficial > DOCUMENTO 7723. CARTA DE BOLÍVAR PARA MONTEAGUDO, FECHADA EN GUAYAQUIL EL 5 (...)

DOCUMENTO 7723. CARTA DE BOLÍVAR PARA MONTEAGUDO, FECHADA EN GUAYAQUIL EL 5 DE AGOSTO DE 1823, EN LA CUAL LE AVISA RECIBO DE UNA NOTA SUYA Y ENTRE OTRAS COSAS LE EXPRESA SU OPINIÓN SOBRE UN PROYECTO DE CONFEDERACÓN ARMADA CONTRA LA SANTA ALIANZA QUE SE PLANEA ENTRE LISBOA Y BUENOS AIRES.*

Guayaquil (5 de agosto de 1823).

Al señor Bernardo Monteagudo.

Mi querido amigo:

El Dr. Foley ha tenido la bondad de poner en mis manos la favorecida de Vd. del 14. Es un gran pensamiento el de Vd., y muy propio para alejar el fastidio de una cruel inacción, el emplear su precioso tiempo en convidar a los pueblos de América a reunir su congreso federal. El talento de Vd. servirá mucho en esta parte a la causa de la libertad; y yo doy a Vd. las gracias, con anticipación, por el bien que hará a Colombia; pero debe Vd. saber que el gobierno de su patria de Vd. ha rehusado entrar en federación con pretextos de debilidad con respecto al poder federal, y de imperfección con respecto a la organización. También dice que Colombia no debió dirigirse en particular a cada una sino en general a todas; que por qué no se ha convidado la América del Norte; que el imperio de Méjico vacila; que por qué hemos ofrecido el territorio de Colombia para la residencia del congreso. Últimamente nos ha dicho el Sr. Rivadavia, con un tono de superioridad muy propio de su alto saber, que no debemos confirmar a la Europa de nuestra ineptitud, sino, por el contrario, esforzarnos en mostrarle nuestra capacidad con proyectos bien concertados y hábilmente ejecutados. Esto es en substancia lo que respondió a Mosquera, con el intento de excusar a Buenos Aires la nota de no poder presentarse en federación como estado y gobierno nacional, ni como provincia, porque no admitimos provincias, por ser partes constitutivas de un estado interno, y no externo como son recíprocamente las naciones entre sí. De suerte que, como las uvas están altas, están agrias; y nosotros somos ineptos porque ellos son anárquicos: esta lógica es admirable, y más admirable aún el viento pampero que ocupa el cerebro de aquel ministro.

Perdone Vd., amigo, si ofendo la vanidad de algún amigo de Vd. en lo que digo; mas como supongo a Vd. ofendido como yo, me tomo esta libertad con la franqueza que se usa de ordinario entre las personas ligadas por una misma suerte.

Antes de saber el resultado de Mosquera, el redactor de esta gaceta, a instancias mías, había dado el artículo que acompaño contra La Abeja Argentina, en el cual están recopilados y combatidos los defectos de nuestro plan federal.

Debe Vd. saber, con agrado y sorpresa, que el mismo gobierno de Buenos Aires entregó a Mosquera un nuevo proyecto de confederación mandado de Lisboa, para reunir en Washington un congreso de plenipotenciarios, con el designio de mantener una confederación armada contra la Santa Alianza, compuesta de España, Portugal, Grecia, Estados Unidos, Méjico, Colombia, Haití, Buenos Aires, Chile y el Perú.

Entienda Vd. que nos llama el proyecto, los nuevos estados hispanoamericanos, para que comprenda Vd. que no se nombra ninguno en particular, pero sí los otros hasta Haití. El proyecto fue mandado por el ministro de estado de Lisboa al ministro de Buenos Aires, y éste lo ha dirigido a Mosquera sin añadir una sola palabra. Mosquera dice que sabe, porque se lo dijo Rivadavia, que había respondido el gobierno de Buenos Aires que estaba pronto a entrar en paz y amistad con Portugal simplemente. Dios sabe lo que será.

Decir mi opinión sobre este proyecto es obra magna, como dicen. A primera vista, y en los primeros tiempos, presenta ventajas; pero después, en el abismo de lo futuro y en la luz de las tinieblas, se dejan descubrir algunos espectros espantosos. Me explicaré un poco: tendremos en el día la paz y la independencia, y algunas garantías sociales y de política interna; estos bienes costarán una parte de la independencia nacional, algunos sacrificios pecuniarios, y algunas mortificaciones nacionales. Luego que la Inglaterra se ponga a la cabeza de esta liga seremos sus humildes servidores, porque, formado una vez el pacto con el fuerte, ya es eterna la obligación del débil. Todo bien considerado, tendremos tutores en la juventud, amos en la madurez, y en la vejez seremos libertos; pero me parece demasiado que un hombre pueda ver de tan lejos, y, por lo mismo, he de esperar que estas profecías sean como las otras; ya Vd. me entiende.

Yo creo que Portugal no es más que el instrumento de la Inglaterra, la cual no suena en nada, para no hacer temblar con su nombre a los cofrades; convidan a los Estados Unidos por aparentar desprendimiento y animar a los convidados a que asistan al banquete; después que estemos reunidos será la fiesta de los Lapitas [1],. y ahí entrará el León a comerse a los convivios.

El proyecto de federación de que hablamos encierra todos los casos foederis; sus dietas son vi-aneas en las cuales se puede modificar o alterar una o muchas partes del pacto. Desde luego se declara la guerra a la Turquía, porque es la que está en armas contra la Grecia; y hétenos allí al Chimborazo en guerra con el Caucase: ¡no permita Dios que estos dos reductos nos tiren cañonazos! porque su metralla puede cegar el mar y quemar la defensa que Vd. va a hacer del plan federal, lo que sería lo peor para Vd. y para Quito. Después verá Vd. este proyecto en un análisis mandado de Jamaica.

Supongo que Vd. habrá recibido la carta que le llevó Demarquet en que le digo algunas cositas sobre su manifiesto; el cual aprobé siempre en dos partes: por su ejecución ahora, y para después por sus principios; dentro de 10 o 12 años no faltará algún legislador que diga tenía razón Monteagudo; pero en el día es Vd. pecador contra las ideas liberales de los republicanos rabiosos.

Soy de Vd. con la mayor consideración.

* De un impreso moderno. "Cartas del Libertador" (Fundación Lecuna), tomo III, págs. 448-450.

Notas

[1] Los Lapitas fueron un pueblo mítico que habitaba en Toscana y que se hizo famoso por su lucha contra los centauros, durante la celebración de las bodas de Piritoo

| | Mapa del sitio | Seguir la vida del sitio RSS 2.0