Quito, 3 de julio de 1823.
Al Señor Secretario de Guerra.
El 12 del mes próximo pasado ha sido batido en Pasto por los facciosos Agualongo y Merchancano, el señor Coronel Flores que ocupaba con 600 hombres aquel territorio. Según las noticias que ha tenido S.E. el Libertador, la fuerza del enemigo consistía en 600 hombres, de los cuales 200 tenían fusiles el día del suceso, pero no tomaron las armas y municiones etc. [que tenía] [1] de [nuestra] [2] dicha columna, y parece que el señor Coronel Flores ha conseguido retirarse hacia Popayán con alguna gente, que dicen no alcanza a más de 100 hombres.
Este acontecimiento, en una época en que este Departamento carece de tropas veteranas, por haber marchado casi todas al Perú, puede tener las más funestas consecuencias, así es que S.E. el Libertador ha venido precipitadamente de Guayaquil y piensa dirigir personalmente esta campaña.
S.E. ha traído de Guayaquil 1.700 fusiles, cerca de 400 veteranos; todas las milicias de esta Provincia están organizándose y disciplinándose, y dentro de 15 días piensa S.E. que todas las medidas estarán tomadas, de manera que puedan emprenderse las operaciones.
El señor General Salom ocupa a Puntal con 500 hombres, de los cuales 250 son veteranos. Esta fuerza no ha obrado todavía contra los facciosos de los pueblos de la Provincia, que han sido siempre enemigos del sistema, porque sufriendo esta columna algún revés, probablemente invadiría el enemigo esta capital, y el Departamento.
El mismo día del suceso de Pasto, los enemigos cortaron el Puente del Guáitara, de suerte que en la Provincia de los Pastos sólo hostilizan los provincianos que han tomado partido con los facciosos, pero dicen que ningún pastuso ha pasado el Guáitara.
La fuerza que obrará contra Pasto no bajará de 2.000 hombres, a saber: dos pequeños escuadrones de caballería, 400 hombres veteranos de Yaguachi y Vargas, cuatro piezas de artillería y algunos Zapadores, al mando de un oficial de Ingenieros, y el resto de milicias de la Provincia de Quito. S.E. piensa operar según todas las reglas que previene el arte de la guerra, porque siendo desgraciado el suceso de esta campaña, se unirán los pastusos con los enemigos del Perú y llegarán hasta Popayán.
Con esta fecha S.E. el Libertador ha prevenido al señor Intendente del Cauca tome inmediatamente las medidas más activas, a fin de que marche una columna de tropa del Valle para Pasto, y para que aquel rebelde país se vea a la vez hostilizado por Norte y Sur, y que en caso de ser infructuosas las [esperanzas] [3]tentativas de esta División, los esfuerzos de la del Cauca impidan, o al menos hagan menos fácil la invasión de este Departamento; a mas habiendo combinación, el suceso será mucho más fácil y completo. S.E. espera que V.S. dará las órdenes convenientes al Intendente del Cauca para que no falte nada absolutamente.
Todo lo que tengo el honor de participar a V.S. de orden de S.E. para que se sirva ponerlo en el conocimiento del Supremo Podel Ejecutivo.
Dios guarde, etc.
[DEMARQUETJ
* De un copiador del Archivo del Libertador. Sección O’Leary. Tº XX, Fº 281 y vto.
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