Babahoyo, 17 de junio de 1823.
Esta es copia de la que se dirige al Presidente Riva Agüero.
Mi querido presidente y amigo:
Con mucha satisfacción recibí ayer el pliego que me trajo el oficial Soler, en que se me anuncia lo que ya antes sabía, de los movimientos del enemigo. Piensa Vd. que si el enemigo se acerca a Lima es perdido, pues no hay duda de que entonces es el momento de libertar el Alto Perú, y de reforzar nuestras tropas con nuevos auxilios y considerables a fin de alcanzar la victoria, que siempre costará mucho por las inmensas dificultades que presenta el país y el enemigo. De todos modos yo soy de sentir que si vienen las tropas de Chile a Intermedios, parta inmediatamente el General Sucre con cuatro mil hombres más a mandar aquel ejército. Es la única operación que me parece acertada, no porque la crea segura, pues para mí creo que no hay ninguna seguridad ni aun probable, sino que aconsejo ésta porque se me dice que Lima no puede mantener un grande ejército y que el clima tampoco es favorable para conservarlo. Mientras que obran las tropas por Intermedios, debemos hacer grandes esfuerzos, tanto Vds. como nosotros a efecto de aumentar dicho ejército hasta el número de ocho mil hombres, sin atender a que haya o no armas, tengamos o no recursos para ello. Por mi parte ofrezco dos mil colombianos más, aun cuando no me vengan los tres mil hombres que espero por el Istmo, que en este caso mandaré además la mayor parte de ellos. Ahora mismo estoy haciendo todo lo que puedo para aumentar nuestros cuerpos y disciplinarlos lo mejor posible para que estén prontos a la primera orden que se les dé. Nosotros debemos tener siempre un ejército de reserva para defender a Lima en cualquier desgracia, porque Lima y el Callao representan al Perú sostenido de Chile y Colombia, con una buena marina, y un regular ejército. En tanto que poseamos estas ventajas, tenemos derecho a reclamar la independencia del Perú y hacer respetar su territorio.
Estoy muy impaciente porque no acaba de llegar la licencia del congreso para irme en el acto, siempre por tierra; pues los buques de guerra están todos en comisión, y no vendrán tan pronto, ni yo pienso esperarlos para no perder tiempo. Además que aunque el viaje es incómodo será muy conveniente que yo conozca ese territorio para disponer su defensa con provecho en el último caso, como pienso hacerlo, disputándolo palmo a palmo. No pierdo el tiempo, mientras tanto estoy ocupado en asegurar este país que no deja de tener por Pasto su peligro, y aumentando las tropas para que puedan ir allá en nuevo refuerzo.
Reciba Vd., mi querido presidente los sentimientos de aprecio con que soy de Vd. su atento, servidor y amigo.
BOLÍVAR
* De un impreso moderno. "Correspondencia del Libertador" (1819-1829) - Fundación Vicente Lecuna - Banco de Venezuela (Caracas-1974).
Esta copia está firmada por el Libertador.
Cartas del Libertador. T. III, p. 427. Tomada de una copia del Archivo Paz Soldán.
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