Boconó, mayo 13 de 1821.
Al Señor General José Antonio Páez.
El Teniente Coronel Diego Ibarra, Edecán de S.E. el Libertador, tendrá el honor de presentar a V.S., ésta, y le instruirá de nuestra situación por esta parte, y de los planes que S.E. ha concebido para asegurar las reuniones de V.S. y del señor General Urdaneta con este ejército. El Edecán ha sido informado de todo por S.E. mismo, y dará a V.S. todas las noticias y conocimientos que necesite para el fin principal de la reunión, y para evitar un mal suceso antes de que ésta se verifique.
Para que pueda V.S. formar desde luego un juicio sobre el objeto de esta misión, y recibir más prolijamente los informes que deben dársele, diré a V.S. en sustancia los deseos de S.E.
Lo primero, quiere S.E. que V.S. sepa la plena marcha de todo el cuerpo de ejército que estaba acantonado en Barinas y las direcciones en que se ha movido. El batallón Boyacá, con un destacamento de caballería, fue por Obispos a ejecutar una correría en los distritos de Mijagual, Nutrias e inmediaciones de Guanarito, a fin de pacificar aquellos territorios, batiendo o atrayéndose a nuestro servicio las guerrillas que los infestaban. El señor Coronel Remigio Ramos manda esta columna, y sus operaciones tienen además del objeto expresado, el de ocultar al enemigo del modo posible, y cubrir el movimiento de V.S. y particularmente el paso del Apure. El señor Coronel Plaza con el Escuadrón de Dragones ocupa a Guanare; el batallón Anzoátegui, a Tucupido; y el de blanqueadores, a este pueblo; y los de Granaderos y Vencedor llegarán aquí mañana al amanecer y seguirán a reforzar a Tucupido. Todos estos cuerpos y el Escuadrón de Lanceros que escolta la madrina de caballos y ganado, kan sucesivamente adelantando sus posiciones sobre Guanare, que es el punto a donde se dirigen. Sus marchas son lentas, porque así se hace concebir al enemigo que es doble nuestra fuerza, y porque es necesario economizar los pocos recursos de subsistencia que haya en Guanare y aprovechar los que tienen estos pueblos.
Del 25 al 30 estarán todos reunidos en Guanare.
Segundo, que siendo lo más difícil y expuesto de nuestro plan de operaciones la reunión del señor General Urdaneta, S.E. trata de facilitarla y asegurarla de preferencia, poniéndose en comunicación directa e inmediata con él por el Tocuyo desde Guanare.
Tercero, que como puede suceder que antes de que el General Urdaneta se nos reúna, emprenda el enemigo, o sobre este cuerpo o sobre el de V.S. y en ambos casos estaríamos expuestos a un revés, S.E. ha pensado estos medios para evitarlo. Si S.E. es atacado, marchará este cuerpo por Guanarito o por la [misma] [1] dirección más breve y segura, a buscar la reunión con V.S. Repasando el río Boconó; para este caso conviene infinito que S.E. sepa con certeza la dirección que V.S. trae. Si el enemigo no busca este cuerpo sino a V.S., debe avisarlo también V.S. luego, luego y debe convertir su marcha de modo que venga a procurar su reunión con este ejército por nuestra espalda, es decir, que debe traer V.S. en este caso el mismo camino que lleva ahora el Edecán Ibarra, o bien otro que sea más cómodo y abierto; pero sin pasar el río Boconó, porque S.E. quiere que en caso de que los enemigos nos busquen, sea nuestra reunión en la ribera derecha de este río, para que tengamos una defensa más y la ventaja que él presenta para un combate o para ganar terreno y tiempo al enemigo. No está, pues, prohibido a V.S. el tomar el camino de Nutrias a Obispos, si lo cree el más conveniente. Si tuviere que hacer V.S. esta marcha, deberá tomar medidas para impedir que se pierda el ganado, trayendo solamente el que necesite y dirigiendo el resto para Obispos, para Ba-rinas o para otro punto de donde podamos fácilmente sacarlo y usar de él. Cuarto, que si reunido el señor General Urdaneta con S.E. no hubiere habido novedad de parte del enemigo, S.E. se acercará a V.S. como le había dicho antes en mis últimas órdenes y especialmente en las que condujo el Edecán Alvarez.
Quinto, que cualquiera que sea la dirección y punto en que venga V.S. a reunirse con S.E., debe V.S. antes incorporar a ese ejér cito la columna que manda el Coronel Ramos y la compañía que lleva el Edecán Ibarra. Este va asegurándole el tránsito para que examine detenidamente el camino y bata cualquier guerrilla que haya en él, con especialidad la de Bijao Negro si subsiste.
Repito que el Edecán ¡barra hará todos los comentarios y explicaciones que V.S. exija sobre todos y cada uno de estos artículos.
Lo comunico, etc.
Dios guarde a V.S. muchos años.
PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ
* Archivo del Libertador. O’L. Vol. XVIII, primera parte, f°250-251 y vto.
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