Guayaquil, 2 de junio de 1823.
Al Señor General Sucre.
Tengo la honra de incluir a V.S. una nota de los víveres que conduce el bergantín de guerra Chimborazo, para la División del mando del señor General Valdés. Este contingente es una parte del de 30.000 pesos con que se ha servido S.E. el Libertador contribuir mensualmente para el mantenimiento de la División de Colombia.
No va más leña, porque siendo tan voluminosa y de tan difícil acomodo, una pequeña cantidad ocupa mucho lugar.
Van también las cartucheras y morriones que comprende la nota que incluyo. Los víveres y leña que conduce el Chimborazo deben hacerse estimar en el Callao, y su valor debe rebajarse al Gobierno del Perú de la cantidad total con que deba contribuir mensualmente para el mantenimiento de toda la División. Quiero explicarme con más claridad, y ruego a V.S. me dispense. El valor de los comestibles que conduce el Chimborazo debe contarse como parte de la cantidad con que el Gobierno del Perú debe contribuir para el alimento de nuestra División, pues S.E. el Libertador, en atención a las circunstancias de escasez en que se halla el Perú, ha ofrecido contribuir mensualmente con 30.000 pesos, y esta es una parte de este contingente.
Parece muy justo que los efectos que conduce ahora el Chimborazo, y los que condujere después éste u otro buque para la División de Colombia deben estar exentos de todo derecho en las Aduanas del Perú, pues no son objetos de comercio ni de lucro. V.S. lo pedirá así a ese Gobierno. El bergantín Chimborazo, en el acto mismo que desembarque lo que conduce, debe dar la vela para este puerto sin demorarse nada, para que vuelva al Callao con víveres. No debe ser empleado este buque en ningún otro servicio del Perú, pues la goleta Guayaquileña, que perdió la quilla sobre las Hormigas, cuando fue destinada a cruzar sobre el Callao, está ahora componiéndose.
[JOSÉ GABRIEL PÉREZ]
* De un copiador del Archivo del Libertador. Sección O’Leary. T° XX, F° 59 al 60.
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