Niquitao [1], marzo 11 de 1821.
Al Gobernador Comandante General de Trujillo [2].
Algunos partes que ha recibido ayer S.E. el Libertador de los señores General Guerrero y Coronel Plaza, le han obligado a dictar medidas y órdenes positivas para que a fines del próximo mes de abril se abran de hecho las hostilidades y se ha avisado así al General en Jefe del ejército español. Aunque antes de marchar de esta capital comunicó a V.S. verbalmente S.E. órdenes [preparatorias] [3] para que estuviese preparado [allá] [4] para este caso, me manda le diga ahora de nuevo.
1º Que proceda V.S. desde luego a organizar y armar la milicia de esta Provincia haciendo que se discipline e instruya con el mayor tesón, especialmnete en el manejo del arma, en la carga y en los fuegos, de modo que lo hagan pronto y con exactitud. Inmediatamente se repartirán, pues, los fusiles, a cada pueblo; S.E. lo ha hecho ya con el de Tostós [5], a cuyo Comandante ha entregado 40 fusiles de los que hay aquí.
2º Que para el día 20 de abril debe tener V.S. reunida, armada y disciplinada en lo posible la milicia, pronta y dispuesta de un todo para emprender operaciones.
3º Que está V.S. entendido que con estas milicias, reunidas a las tropas del señor Coronel Vargas, debe V.S. entrar por el Occidente de Caracas a cooperar con el ejército Libertador en la campaña que va a abrirse. Como las operaciones de que se encarga a V.S. en este caso son importantes, porque se dirigen a divertir y distraer el enemigo, quitándole al mismo tiempo todo el Occidente, debe tener V.S., el mayor cuidado e interés en que las tropas que están destinadas a formar su columna tengan toda la disciplina e instrucción posible, y se compongan de jóvenes u hombres robustos capaces de cualquier empresa.
4° Que posteriormente se librarán a V.S. órdenes e instrucciones más prolijas, anticipándole este aviso para que [proceda ca] [6] impuesto de la urgencia acelere las medidas de armar y disciplinar las milicias. [Lo comunico etc.] [7].
5° Que haga V.S. las mayores diligencias y esfuerzos por conseguir algunos hombres determinados y prácticos del país donde forrajean los caballos de los Húsares Españoles en el Occidente, y para que se los roben todos o una gran parte.
Esta operación no es muy difícil, habiendo quien la sepa conducir. V.S. puede tomar noticias del señor Coronel Vargas sobre las personas de quienes deba servirse para esto, y está autorizado para ofrecer las recompensas que tenga a bien, en dinero o de otro modo, al que logre traerse los caballos. Es necesario que en esto haya un gran secreto, porque se expondría el que fuere y se frustraría el intento si llega a divulgarse.
Dios guarde a V.S. muchos años.
PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ
* Archivo del Libertador. O’L. Vol. XVIII, primera parte, fº 131 y vto. y 132.