Trujillo, marzo 8 de 1821.
Al Excelentísimo Señor Vicepresidente de Cundinamarca.
S.E. el Libertador ha sido impuesto detenidamente del oficio de V.E. de fecha 20 de febrero último, incluyendo la contrata y factura de las armas y objetos militares venidos a Santa Marta en el Bergantín América por cuenta del Gobierno, y los dos oficios del señor Coronel Montilla representando la imposibilidad en que se halla para cumplir la contrata por falta de fondos y la resolución del encargado de estos efectos, de no desembarcar el resto del cargamento del buque, con cuyos derechos de importación contó nuestro agente en los Estados Unidos del Norte para pagar parte de la contrata. No teniendo S.E. el Libertador tampoco fondos disponibles para hacer el pago, se limita a recomendar a V.E. que se cumpla del modo posible la contrata siempre que el Capitán o el sobrecargo del buque cumplan por su parte con desembarcar el resto del cargamento y pagar los derechos de importación establecidos, conforme está estipulado en el artículo 4° de la contrata. Como en este caso la suma que debe desembolsarse de pronto por el Gobierno no puede exceder de seis mil pesos, cree S.E. que [el Comandante en Jefe Montilla y V.E.] [1] no será difícil a V.E. y al Coronel Montilla encontrar los medios de cubrirla. Aunque supongo que V.E. habrá dejado copia de la contrata o el original, que no ha aparecido aquí, incluyo la que ha recibido el Gobierno directamente, advirtiendo que no he podido dejar copia de ella, para que me la devuelva V.E. También devuelvo los demás documentos que venían adjuntos, [advirtiéndole] [2] añadiendo que S.E. ha extrañado las razones que el señor Coronel Montilla expone para excusar sus lamentos en cuanto a falta de fondos. S.E. ignora cuál es la Provincia de la República que no esté en igual o peor situación que las de Cartagena y Santa Marta, ni cuál sea la preservada de las devastaciones del enemigo. No halla pues, la razón para que todas las otras mantengan las tropas y paguen contribuciones, órdenes y extraordinarios y sólo las de Cartagena y Santa Marta se eximan de ellas por haber sido las últimas que se han libertado y las que menos o ningún auxilio han prestado al ejército Libertador. Esta consideración es [tanto e] [3] infinitamente más fuerte si se atiende que sólo Cartagena y Santa Marta tienen puertos y aduanas con derechos excesivamente subidos, ingresos de que carecen las demás Provincias de Cundinamarca y que todo el interior debe mirarse como tributario y contribuyente de aquellas dos Provincias por donde recibe y extrae todas sus mercancías y en cuyas cajas [al entrar y al salir] [4] deja el 33% de sus principales. S.E. no halla, repito, las causas para excepciones y privilegios a las dos Provincias que menos han servido a la República, ni cree que las otras deben llevar la carga que, correspondiendo a todas igualmente, no ha gravitado sobre estas dos por mucho tiempo.
Por tanto, S.E. me manda diga a V.E.
1º Que prevenga V.E. al señor Coronel Montilla envíe a Maracaibo todas las tropas que no pueda él mantener en las Provincias de su mando. En la Provincia de Maracaibo las hará subsistir y las vestirá S.E.
2º Que si no puede sostener tampoco la línea contra Cartagena, la retire también, dejándola ocupar por el enemigo, pues S.E. no halla medios para mantenerla, si los pueblos rehusan contribuirlos y los Jefes [exigiendo] [5] no lo exigen con interés.
Lo comunico, etc.
Dios guarde a V.E. muchos años.
PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ
* Archivo del Libertador. O’L. Vol. XVIII, primera parte, fº 118 y 119 vto.
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