Trujillo, marzo 8 de 1821.
Al Gobernador Comandante General de Mérida.
Con [esta] [1] fecha 2 del corriente dije a V.S. lo que sigue (aquí los artículos 1º, 2º y 3º de aquel oficio).
Reitero ahora las mismas prevenciones, añadiendo:
1° Que además del batallón Vargas deben marchar también para Pedraza con las mismas prevenciones, todas las otras tropas que vengan de Cúcuta para el ejército, al paso que vayan llegando. El señor Subjefe hará a V.S. algunas otras prevenciones sobre esto, que deberá cumplir.
2º Que tome V.S. el más vivo interés en crear y organizar las milicias en la Provincia de su mando dándoles toda la instrucción posible. Al efecto, le autoriza S.E. para que los enfermos que salgan de alta de los hospitales, puedan emplearse y destinarse a esas milicias como garzones y plazas veteranas de ellas, siempre que puedan servir para su organización y disciplina.
3º Que active Vd. todas sus medidas para que las milicias estén prontas a obrar en los fines del próximo mes de abril, tiempo en que S.E. se promete estarán bajo el mejor pie de disciplina e instrucción. Principalmente se interesará V.S. en distribuirles desde ahora los fusiles posibles para que aprendan el manejo de armas, y sobre todo a cargar y hacer fuego con exactitud y prontitud.
4º Que de la pólvora o cartuchos que haya ahí, haga V.S. construir cartuchos de instrucción para foguear esas milicias y enseñarlas a tirar al blanco. Si no tuviere V.S. municiones las pedirá al señor Subjefe de Estado Mayor.
5º Que los soldados que salgan del hospital los emplee V.S. como se ha dicho en el artículo 29 si fueren útiles en las milicias; pero los que fueren reclutas que no sepan de instrucción, los enviará V.S. al señor Gobernador Comandante General de esta Provincia para que los destine según se le ha prevenido.
6º Que del dinero que viene de Bogotá para el ejército, que deben ser diez y seis mil pesos (en lugar de 12 mil que dije en otro oficio anterior) tome V.S. dos mil y envíe el resto para Barinas por los Callejones o por Pedraza según fuere más fácil y seguro. Cualquiera otra cantidad que venga para el ejército llevará en adelante la misma dirección, porque S.E. va a fijar en Barinas el Cuartel General.
Dios guarde a V.S. muchos años.
PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ
* Archivo del Libertador. OX. Vol. XVIII, primera parte, fº 109 vto. 110 y vto.
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