Pativilca, febrero 17 1824.
Al General J. de La Mar.
Hoy ha llegado el señor General Martínez, y no se adelanta otra cosa sino que los granaderos a caballo, después de haberse sublevado en Lurín [1] y amarrado a sus Jefes y oficiales y habiendo seguido en la noche hasta Bella Vista con designio de incorporarse a los sublevados del Callao, se encontraron con que en la plaza flameaba la bandera española. Con este motivo los granaderos que creían que la revolución sólo había tenido por objeto exigir las pagas que se le adeudaban, pusieron en libertad a sus Jefes y oficiales; se dirigieron unos por pequeñas partidas a la capital, otros se dispersaron y unos pocos se fueron al castillo. Aquella plaza permanece aún por los enemigos.
La capital se halla en la más grande confusión. El General Necochea fue a encargarse del mando político y militar. Se ignora aún el resultado de la comisión.
Dios guarde, etc.
[JOSE GABRIEL PÉREZ]
* De un copiador del Archivo del Libertador. Sección O’Leary. Tº XXII, Primera parte, Fº11 vto.