(Plata, mediados de diciembre de 1825)
(Al Señor Bernardino Codecido).
Anoche recibí la carta de Va. del 9 de noviembre en que me habla de las dificultades que han ocurrido entre Vd. y el general Lara, y enterado de todo, me parece que Vd. ha hecho muy mal en quererse llevar los vestuarios para Lima antes de haberme consultado. En Lima nada tendrán que hacer con ellos ni con Vd. porque están destinados para las tropas de Lara y no para las de Lima. Escribo a Lara diciéndole que, con la contrata en la mano, reciba los vestuarios que estén conforme a ella y que la variedad de colores no obsta en nada sino la clase del paño. Esto me parece muy claro y yo no veo por que es que hay tantas dificultades en un negocio tan simple si se recibe lo que es conforme a la contrata y se desecha lo que no tiene condición. Por supuesto que Vd. está obligado a reemplazar las faltas que haya habido hasta llenar las condiciones de la contrata. Yo desecho las camisas, si no las grandes, las chiquitas como para niños. No puede Vd. imaginarse lo que me ha molestado esta ocurrencia, y aun más sensible por la dilación que ha habido en la entrega que debió verificarse en abril y no tiene lugar sino ahora y esto como ve. Si Vd. ha mandado los vestuarios para Lima, debe Vd. hacerlos traer a Quilca, es decir, aquéllos que se conformen con la contrata y reemplazando por otros buenos los malos que haya desechado el general Lara. ¿Por qué no dejó Vd. los buenos en lugar de mandarlos todos? Pues entienda Vd. que en Lima no los recibirán; pues nada tienen que hacer con ellos. Estos vestidos se han pedido para estas tropas de Arequipa y no para las del Callao.
Esta carta fue escrita después de recibir la carta de Lara fechada en Arequipa el 6 de diciembre de 1825. Sección J. de Francisco Martín, T. IX. El borrador sin dirección y sin fecha se halla en la misma sección, T. I.
RSS 2.0