Popayán, 28 de noviembre de 1829.
Al Señor Estanislao Vergara.
Mi estimado amigo:
He recibido con suma satisfacción la última de Vd. de 15 del corriente en la cual me informa sus pesares domésticos, que siento como debo, y doy a Vd. el pésame desde luego.
Se extiende Vd. sobre negocios políticos sobre los cuales he contestado por medio de la secretaría general.
Pero mi dictamen decisivo es que el consejo haga y deshaga lo que le parezca mejor; tanto más que he mandado cerrar los trabajos de dicha secretaría, a fin de que podamos marchar libremente por el Cauca, donde pensamos trabajar una memoria y un mensaje para remitirlo al congreso, pues ha de saber Vd. que yo no pienso ir a Bogotá hasta que el congreso no haya hecho su nueva constitución y le dé nuevo presidente a la República. Sobre este punto y otros véase Vd. al señor Castillo, a quien escribo largamente.
El señor R. Arboleda dice que aceptará la misión a Holanda luego que esté en Europa, pues va a curarse mientras tanto, antes que le pueda llegar la comisión.
El señor Rufino Cuervo nos es necesario por acá y es mi opinión que se mande de prefecto a Boyacá, si se admite la renuncia del tío de Vd., y si no es necesario para desempeñar interinamente algún ministerio vacante. Todo esto y lo más que ocurra debe decidirlo el consejo; al cual me refiero en todo, todo, todo, pues estoy resuelto a no mandar más.
Por lo mismo, deseo ardientemente (*) de todos los negocios públicos dependientes del Ejecutivo. Serviré hasta de verdugo si nombran un nuevo magistrado; y si no, ni de Dios.
Esto es hecho, mi amigo: no porque tema nada, sino porque se debe esperar todo del buen estado de las cosas y del buen estado de la opinión que no puede ser nunca mejor. Hemos vencido moros y cristianos; mis amigos son los vencedores; yo le ofrezco mis servicios y mi vida a la patria. Si fuere preciso la salvaremos nuevamente con mi autoridad, con mis amigos y con el ejército.
Además de que ¿Qué más ejército que la opinión?
Adiós, mi querido amigo, quedo de Vd. de corazón.
BOLÍVAR.
P. D: Mil cosas amables a la señora.
(*) Así está.