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DOCUMENTO 8114. OFICIO DE JOSÉ GABRIEL PÉREZ PARA EL SECRETARIO DE HACIENDA Y DEL DESPACHO DE MARINA Y GUERRA, FECHADO EN LIMA EL 27 DE OCTUBRE DE 1823, EN EL CUAL, DE ORDEN DE BOLÍVAR, SE REFIERE A LA EXPEDICIÓN DE CHILE, ESPERADA EN VANO POR SUCRE, Y A LA IMPOSIBILIDAD DE COMUNICARLE EL PLAN DE OPERACIONES DEFINITIVO, DEBIDO A LO COMPLICADO DE LA SITUACIÓN. INFORMA SOBRE LA COMISIÓN CONFIADA A O’LEARY E INSISTE SOBRE LA NECESIDAD DE AUXILIOS.*

Lima, octubre 27 de 1823.

Al Señor Secretario de Estado y del Despacho de Marina y Guerra. Tengo la honra de participar a V.S. que por comunicaciones oficiales del Señor Plenipotenciario del Perú en Chile, del 15 del presente, se sabe que aquel día dio a la vela por Intermedios la expedición chilena, fuerte de 2.500 hombres. También participa el señor Plenipotenciario que seguidamente marcharían 600 caballos de los mandados comprar en Chile.

El Señor General Sucre que había estado esperando esta expedición en Quilca hasta el 20 de este mes, no viéndola llegar y no pudiendo detenerse más tiempo, vino a Pisco con la División de su mando, compuesta de Colombianos y Chilenos, habiendo dejado al General Santa Cruz en Moquegua reuniendo sus dispersos, y ya tenía una fuerza de 1.200 hombres de Infantería y caballería. La División Colombiana y Chilena del mando del General Sucre está íntegra.

El Libertador ha determinado que las tropas chilenas que estaban a las órdenes del General Sucre, vuelvan a Intermedios, a incorporarse con las tropas del General Santa Cruz, para que obren por aquella dirección lo más al sur posible.

Pero como puede ser que no habiendo encontrado en Intermedios al General Sucre la nueva Expedición Chilena venga a Pisco, o al Callao, no puede asegurarse si tendrán lugar las operaciones que ha prevenido S.E. a estas fuerzas. Así es que hasta hoy no puedo comunicar a V.S. el Plan definitivo de las operaciones de S.E. el Libertador, hasta saber si la expedición Chilena ha llegado a Intermedios o viene al Callao pues entonces se decidirá el Libertador.

Los Generales La Serna, Canterac y Valdés, con casi todas las fuerzas del Perú realistas están en el Sur, y en la Provincia de Jauja está el Brigadier Loriga con 2.000 nombres poco más o menos.

Ya marchó el Coronel Morales a concluir definitivamente el tratado con el ex-Presidente Riva-Agüero como he tenido la honra de comunicar a V.S. ahora 3 ó 4 días. No se sabe aún el resultado pero parece que será feliz.

S.E. ha enviado a su Edecán, el Teniente Coronel O’Leary, a Chile para que inste de nuevo por la adquisición de los dos millones de pesos que ha ido a negociar el Señor Salazar, porque por la falta de numerario en esta Capital es muy grande y no hay medios de dar impulso a ninguna operación sin numerario. También ha ido a proponer al Gobierno de Chile el que se haga cargo de la guerra del Sur del Perú, dirigiéndola, mandando expediciones, reforzándolas, nombrando Jefes, mandando caballos, mulas, víveres, y obrando en fin con independencia de las operaciones del Norte. Si se adopta este sistema el Libertador enviará al Sur del Perú todas las tropas chilenas que hay en esta República para que obren con las de su nación lo más al Sur posible y aun insten al Gobierno de Buenos Aires que destine una expedición por Salta, que unida a las tropas chilenas, se apoderen de las Provincias del Alto Perú, abundantes de hombres y recursos de todo género, y en excelentes posiciones. En el entretanto, S.E. el Libertador se encargará de hacer la guerra por el Norte del Perú con las tropas de Colombia y las peruanas y la División de los Andes pidiendo a nuestro Gobierno cuantos axilios pueda, obrando también por esta parte con independencia de las operaciones del Sur. En el concepto de S.E. este plan puede salvar al Perú y destruir al enemigo que ve ocupados sus distintos extremos por fuerzas poderosas auxiliadas y reforzadas con oportunidad y por fuerzas que obran sin esperar su suceso de combinaciones distantes, que siempre faltan. El enemigo tendrá que dividir sus fuerzas y en cualquier extremo que sea batido quedará interpuesto el resto que le quede en medio de dos poderosos ejércitos. Mucho desea S.E. que se adopte este plan, pero tampoco puede decirse si se adoptará o no.

Insiste S.E. en pedir a nuestro Gobierno los auxilios de tropas, armas, dinero y cuantos elementos pueda enviarle según he insinuado por mis notas de 13 y 14 del presente; pues el Libertador está bien persuadido que sin grandes fuerzas, bien dirigidas y provistas de un todo, no puede destruirse el ejército real que cada día adquiere nuevo poder físico y moral.

Dios guarde a V.S. muchos años.

JOSÉ GABRIEL PÉREZ

* De un copiador del Archivo del Libertador. Sección O’Leary. Tº XX. Segunda parte. Fº 350 vto. al 352 y vto.

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