Lima, octubre 25 de 1823.
Al Señor Ministro de Relaciones Exteriores de Buenos Aires
El Libertador de Colombia ha tenido la satisfacción de saber [por mi conducto] [1]] por la nota de V.S. de 7 de julio del presente año el resultado de la negociación de los Agentes del Gobierno español cerca del de las Provincias del Río de la Plata. La Convención preliminar al tratado definitivo de paz que debe celebrarse con el Gobierno Español bajo las bases del reconocimiento de la independencia americana es, en el concepto de S.E. el más grande acto de prosperidad y de gloria para la América: esta es la primera prenda que el Gobierno Español nos ha dado desde el principio de la revolución y la que nos presagia bienes sin fin.
El Libertador me manda rendir a V.S. las gracias más expresivas de su parte por el servicio singular que el Gobierno de Buenos Aires acaba de hacer a Colombia y a la América toda, servicio que se puede llamar con propiedad eminentemente americano, porque él abraza todos los extremos de la cuestión entre España y América, y concilia de un modo maravilloso los intereses de todos los nuevos Estados y de la antigua Metrópoli.
No me es posible por ahora tener la honra de responder a V.S. con la precisión que demanda la importante materia de que tratamos, porque los Gobiernos de Colombia y del Perú, no han logrado la satisfacción aún de recibir la misión dirigida por ese Gobierno cerca del Libertador. Luego que llegue a esta Capital el enviado del Gobierno de Buenos Aires, no duda S.E. de tomar una parte muy activa en este saludable negocio, del cual depende el reposo y la libertad de América.
S.E. el Libertador ha sabido con sumo dolor la destrucción del Ejército del Perú a las órdenes del Señor General Santa Cruz en el Desaguadero. Un contraste semejante no puede menos que alterar en gran parte el resultado de la negociación pendiente con los Jefes del Ejército Español; y por lo mismo S.E. se toma la libertad de volver a insistir aunque con importunidad sobre la urgencia que tiene la causa de la América de un pronto y fuerte auxilio militar por el Alto Perú de tropas del Río de la Plata. El Gobierno de Colombia no insiste [sin darnos un ejemplo antes] [2]] en convidar a las Provincias del Río de la Plata para que contribuya al rescate de cuatro de sus mejores Provincias, sino después de haber dado el ejemplo de prodigar sus sacrificios por el éxito de la causa común. Colombia no tiene derecho a un grano de arena del Territorio que posee el enemigo en el Perú y sin embargo no ha visto con indiferencia la suerte de sus hermanos del Sur; y aun hace más, sufre la nota de importuna por solicitar auxilios contra los opresores del Alto y Bajo Perú.
El Libertador ha determinado mandar una nueva expedición de más de cinco mil hombres a ocupar el Potosí, y todo el Territorio hasta el Desaguadero. El Señor General Alvarado, y en su defecto el Señor General Pinto, manda esta expedición, la que tendrá un resultado glorioso si las Provincias del Río de la Plata tienen la bondad de hacer un pronto y simultáneo esfuerzo en su auxilio.
Tengo el honor de ofrecer a V.S. los testimonios de mi distinguida consideración y respeto.
[JOSÉ GABRIEL PÉREZ]
* De un copiador del Archivo del Libertador. Sección O’Leary Segunda parte. Fº 346 vto. al 348 y vto.
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