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DOCUMENTO 8072 INSTRUCCIONES QUE LLEVA O’LEARY PARA EL CORONEL JUAN SALAZAR, MINISTRO PLENIPOTENCIARIO EN CHILE, FECHADAS EL 22 DE OCTUBRE DE 1823, RELACIONADAS CON SU MISIÓN ANTE EL GOBIERNO CHILENO CONFIADALE POR EL LIBERTADOR. *

Lima, a 22 de octubre de 1823.

MISIÓN DE O’LEARY A CHILE

Al señor Ministro Plenipotenciario coronel don Juan Salazar.

Las comunicaciones oficiales del general Sucre del 11 del presente en Quilca, confirman la completa disolución del ejército del Perú del mando del general Santa Cruz que obraba en el Sur. Novecientos infantes y 300 hombres de caballería, era cuanto contaba este general en Moquehua. El resto hasta cinco mil se había dispersado o caído en poder del enemigo. Las armas, municiones, equipajes, y todo el material del ejército, eran también presa de aquél.

La división colombiana y chilena fuerte de más de 3.000 hombres del mando del general Sucre, se había salvado íntegra, y estaba en Quilca donde tenía sus transportes, de consiguiente fuera de todo peligro. El general Santa Cruz, con fecha del 6 del corriente, participa desde Moquehua, que antes de emprender su retirada de Oruro, dejó al mando del coronel Lanza, antiguo guerrillero de las provincias del Alto Perú, 1.500 soldados que por estropeados, no podían marchar. Si esto es cierto algo puede esperarse de los conocimientos, práctica y costumbre de hacer la guerra de partidas del coronel Lanza, y disminuye en parte la pérdida de los hombres y de armas que ha sufrido el general Santa Cruz; pero hasta hoy positivamente no puede contarse sino con los 900 infantes y 300 caballos que tiene en Moquehua, debiendo calcularse todos los demás hombres dispersos, o prisioneros, y las armas perdidas o en poder del enemigo.

La noticia positiva de la salida de la expedición chilena para Intermedios puede aún reponer los desastres del Alto Perú, si incorporada con la división del mando del general Sucre y con los restos de la del general Santa Cruz, emprenden de nuevo sobre la Paz, o cualquiera otra dirección del Sur, pues reunidos estos cuerpos de ejército si la división chilena que debe venir es de 2.500 hombres, formarán uno de 7.000 combatientes. Con estas esperanzas el general Sucre estaba resuelto a permanecer en Intermedios hasta el 20 del presente para incorporarse y obrar. Si esto se verifica a la primera noticia S.E. el Libertador llevará 3 ó 4.000 hombres a Intermedios para dirigir las operaciones por aquella parte, mientras que más de 3.000 hombres invadirán a Jauja de frente, marchando de esta capital una parte y reuniendo en Ruarás las fuerzas que mandaba Riva-Agüero.

Si el general Sucre no obra por Intermedios y se viene al Norte con la expedición nuevamente venida de Chile, entonces S.E. hará un movimiento general, si le es posible por esta parte para dar tiempo a los enemigos a que se dirijan todos al Norte y que el Gobierno de Chile pueda en el ínterin organizar una nueva expedición de 3.000 hombres, que deberá obrar por los Puertos de Intermedios, a donde mandará S.E. las tropas chilenas del mando del general Pinto para que se reúnan a la nueva expedición y obre independientemente y a las órdenes inmediatas del Gobierno de Chile, para cuyo fin será indispensable que traigan de Chile víveres, bagajes, caballos y cuanto sea necesario en un país desierto. La división chilena no deberá contar para nada con el Gobierno del Perú, a fin de que sus operaciones sean más concentradas con su propio Gobierno el que con más facilidad puede ordenarle lo conveniente y proveerla de todo lo necesario. En fin, S.E. lo que desea es que Chile se haga cargo de la guerra del sur del Perú, mientras que Colombia se hace de la del norte.

Las últimas desgracias del Alto Perú, han reducido esta República a una situación crítica por no decir desesperada. El agotamiento de sus recursos es casi absoluto, no tiene dinero, no tiene crédito, no tiene subsistencia, no tiene movilidad su ejército, como V.S. lo sabe, y está amenazado por un enemigo activo, emprendedor, fuerte y engreído con tantas victorias como encuentros ha tenido con las tropas libertadoras. Sin embargo a pesar de esta situación aún puede salvarse el Perú, si la República de Chile hace un esfuerzo extraordinario por auxiliarlo con soldados y con dinero, y si como Colombia convierte su principal atención en destruir este ejército español que es el único que en América oprime al Perú y amaga a los Estados vecinos. En este estado pues, el Libertador me manda presentar a V.S. como puntos cardinales de la comisión de que está encargado cerca de ese Gobierno los siguientes:

1º Hacer esfuerzos inauditos y extraordinarios por obtener el empréstito de los dos millones de pesos que ha ido a negociar a Chile, en la inteligencia de que la adquisición de este empréstito, es la primera, es la más esencial, y la más importante parte de la comisión de V.S. Si no se obtiene este empréstito, la ruina del Perú parece inevitable, así es que V.S. debe ante todas cosas, y aun con preferencia a la negociación de nuevos auxilios de tropa, entablar y conseguir este empréstito. Con él aun cuando no se puedan obtener nuevos auxilios de tropa, podrá sostenerse este ejército, que será reforzado con 6.000 hombres que se han pedido a Colombia, de los cuales deben estar ya 3.000 en el Istmo, y los otros 3.000 deberán venir muy pronto. La negociación del dinero debe preceder a la del auxilio de tropa para impedir que el Gobierno de Chile, si accede a enviar más tropas, ponga la excepción de que ha invertido el dinero en ellas.

2º Enviar al Callao a la mayor brevedad posible sesenta mil pesos en víveres de buena calidad.

3º Negociar una nueva expedición de 3.000 hombres completamente equipados y con todo lo necesario que desembarquen en Intermedios trayendo además mulas y caballos, víveres y cuanto sea necesario a la que se reunirán todas las tropas chilenas que haya en el Perú.

4º Empeñar al Gobierno de Chile en que interponga sus buenos oficios con el Gobierno de Buenos Aires para que envíe por Salta una expedición de 2.000 hombres por lo menos para que coopere a la libertad de las Provincias del Alto Perú.

5 º Enviar a la mayor brevedad posible al Callao a disposición del Gobierno todo el dinero que se haya conseguido y como vaya consiguiéndose por partes, porque aquí no hay numerario que circule.

Estos son señor Ministro los puntos esenciales del delicado encargo que su patria ha confiado a sus luces, y sus virtudes cívicas. Ella espera en gran parte su salvación de los esfuerzos que V.S. haga cerca de ese Gobierno para procurarle auxilios principalmente pecuniarios.

La urgencia con que deben solicitarse estos auxilios es la que hace que S.E. destine a su Edecán el teniente coronel O’Leary para que ponga en manos de V.S. esta nota, y le instruya además con toda prolijidad de la preferencia que V.S. debe dar a la adquisición de dos millones de pesos como esenciales para la salvación de esta República. El Edecán de S.E. informará a V.S. de los esfuerzos inauditos que se han hecho aquí para obtener un empréstito de 400.000 pesos y los inútiles que han sido hasta hoy las medidas que se han tomado por fuertes que han sido, y le informará a V.S. de la completa miseria en que se halla esta capital, la que se aumentará mucho más si las tropas de Intermedios vienen al Callao, pues entonces esta capital y las provincias del Norte, tendrán que sostener 12.000 soldados que se aumentarán hasta 16.000 con la llegada de las tropas que se esperan de Colombia. Así es que el empréstito que V.S. ha ido a negociar y la remisión de víveres y de las cantidades que vayan adquiriéndose se debe ver actualmente como la base de toda operación, teniendo el segundo lugar la adquisición de nuevos auxilios de tropa.

Muchas veces se han presentado por el Libertador a los Estados de Chile y Buenos Aires, las fuertes razones de conveniencias, de interés y de necesidad que comprometen a estos Estados a hacer esfuerzos simultáneos y vigorosos para destruir a los españoles que existen en el Perú, y V.S. debe de nuevo presentarlas con toda la fuerza y energía que inspira el peligro que amenaza al Perú y a los Estados limítrofes.

Si los españoles subyugan enteramente este país y ocupan el Callao, sus fuerzas de tierra podrán montar a 25.000 hombres, y sus armamentos navales a un poder que haga desaparecer o cuando menos balancee el nuestro en el Pacífico con la posesión de los minerales del Perú y con su exportación por el Callao, y por sus otros puertos. Tendrán una base sólida de operaciones y su posición central, les dará la ventaja de obrar sobre cualquiera de los Estados como les convenga. Las comunicaciones de estos entre sí, serán difíciles y expuestas, y más difícil aún combinar operaciones con un perfecto acuerdo. Quedará entonces como aislado cada uno, y entregado a sus propias fuerzas, y si por desgracia alguno es la presa del enemigo, su poder se hace aún más terrible y nuestra debilidad se aumenta. Por el contrario, hoy podemos aún reunidos destruir a un enemigo que está confinado al interior, y sin los infinitos medios que le proporcionaría la posesión de la Costa, la adquisición de marina y la facilidad de movimientos.

El Libertador cree que estas consideraciones deben repetirse y presentarse a ese Gobierno para que persuadido de ellas, haga esfuerzos en favor del Perú, e interponga su mediación con el de Buenos Aires para que también tome parte en esta contienda, pues tiene aún en poder del enemigo cuatro de sus Provincias en el Alto Perú.

Por fin, señor Ministro, S.E. me manda decir a V.S. que V.S. haga presente al Gobierno de Chile, que si no toma un grande interés por el Perú encargándose de hacer la guerra activa y vigorosamente al enemigo en el Sur, mientras que el Libertador se encarga de hacerla del mismo modo por el Norte, desde ahora puede asegurarse la pérdida del Perú, porque agotado ya completamente no tiene medios para subvenir a tantos gastos, ni para atender a extremos tan distantes. La posición de Chile y de Colombia, obrando con interés por el Perú, pone a estas Repúblicas en estado de hacer con buen suceso la guerra por el Sur y el Norte, y al enemigo en un conflicto de que no podrá salvarse, teniendo que combatir a una gran distancia fuerzas poderosas, bien mandadas, y auxiliadas con abundancia y oportunidad por estos Gobiernos.

Este sistema de guerra, es el que cree el Libertador que es más fácil a Chile y a Colombia, más perjudicial al enemigo, y más favorable al Perú. Si Chile por el Sur se encarga de su libertad, concurriendo con todos los elementos, Colombia por el Norte hará otro tanto, y entonces, parece seguro el triunfo, y la completa libertad del Perú, pues encargados estos dos Estados de los extremos y obrando con independencia uno de otro, hará mayores esfuerzos, y arrancarán de mano del enemigo esta República.

Soy, &.

J. G. PÉREZ

* * *

Instrucciones para el teniente coronel O’Leary.

Artículo 1º Vd. se trasladará a Chile con el importante objeto de hacer conocer por relaciones la más claras, exactas y detalladas al señor coronel Salazar, Enviado Extraordinario del Perú cerca del Gobierno de Chile, la verdadera posición militar del Perú: el estado de sus recursos pecuniarios de víveres, bagajes, caballos y movilidad del ejército, y el estado de la moral de la parte libre del Norte.

Artículo 2º Vd. hará conocer al señor Enviado Salazar que es de la primera importancia la negociación de los dos millones de pesos que ha ido a solicitar, los cuales son tan indispensables que si no se consiguen, es preciso renunciar a la empresa de libertar al Perú, porque está agotado completamente, porque no tiene crédito, porque no tiene medios de subsistencia, y con este empréstito, podrá darse impulso a todas las operaciones y movimientos que se emprendan.

Artículo 3º Que de preferencia debe solicitar el empréstito, y mandar inmediatamente o tan pronto como sea posible, sesenta mil pesos en víveres al Callao y todas las cantidades que pueda en numerario, cuyas remisiones hará por parte como las vaya consiguiendo, en la inteligencia de que la circulación de numerario que hay en esta capital, es tan escasa y mezquina que para nada alcanza y pone a este país en un horrible conflicto. Negociado y obtenido el empréstito debe Vd. insinuar al señor Salazar la necesidad de solicitar del Gobierno de Chile el que se encargue de hacer la guerra en la parte del sur del Perú, mandando fuerzas suficientes provistas de un todo, y con mulas y caballos, y con víveres para hacer la guerra por aquella parte, bajo la inmediata dirección del Gobierno de Chile, sin contar para nada con el Gobierno del Perú que no tiene de qué disponer. Que el Gobierno de Chile debe auxiliar con oportunidad la fuerza de su Nación que destine a obrar allí, las que obrarán independientemente de las fuerzas del Norte. Que esta expedición debe hacerse enviando de Chile 3.000 hombres por lo menos a los que se unirán las demás tropas chilenas que haya en el Perú, las cuales serán enviadas a Intermedios luego que el Libertador sepa que han llegado las que deben salir nuevamente de Chile: que el Libertador se encarga de defender la parte norte del Perú, trayendo de Colombia cuantos elementos sean necesarios para ella, y de este modo se logrará destruir al enemigo que se verá invadido en sus extremos por fuerzas bien dirigidas provistas de todo y cuyas operaciones no dependen de combinaciones distantes que siempre fallan como lo ha enseñado la experiencia. La adopción de este sistema de guerra es también un punto cardinal de la misión de Vd. que procurará persuadir a todos los que tengan relaciones, influjo, o conexiones con el Gobierno de Chile, para persuadirlos de su utilidad, y sobre todo de la necesidad que lo dicta, pues de otro modo no harán más que multiplicarse los sacrificios sin ningún resultado. Vd. procure, introduciéndose cerca de las personas más notables de Chile, difundir estas ideas que son esenciales a la libertad del Perú.

Artículo 4º Cumplimentará de parte de S.E. el Libertador al Supremo Director manifestándole su satisfacción de verlo a la cabeza de esa República y de las buenas disposiciones que ha manifestado de proteger al Perú, en lo que funda el Libertador todas sus esperanzas para obtener un buen suceso en la difícil empresa de que se ha encargado.

Artículo 5º Si el general Sucre con las tropas de su mando y la expedición chilena permanece en Intermedios, entonces el Libertador a la primera noticia se embarcará con 3 ó 4.000 hombres a ir a dirigir todas aquellas fuerzas por el Sur; pero si el general Sucre se viene al Norte, entonces es que tendrá lugar la nueva expedición de Chile, a la que se agregarán todas las tropas chilenas que haya en el Perú, que las enviará el Libertador a obrar en un solo cuerpo por el Sur.

Artículo 6º Luego que Vd. esté seguro de que se ha conseguido el empréstito y de que se hayan verificado los casos contenidos en el artículo anterior o haya perdido toda esperanza de que se consiga el empréstito, ni que se adopte el sistema de guerra que propone el Libertador, Vd. regresará al Cuartel de S.E.

Artículo 7º El señor Salazar dará a Vd. de los fondos que tiene en su poder los necesarios para su permanencia en Chile, de cuyo recibo e inversión llevará Vd. una cuenta exacta.

Artículo 8º Vd. debe persuadir al Gobierno de Chile que interponga sus buenos oficios para con el de Buenos Aires, a fin de que mande una expedición de 2.000 hombres para libertar las provincias del Alto Perú, ocupadas por los españoles.

Art. 9º Vd. tomará el mayor interés en persuadir al Gobierno de Chile y que se esfuercen tener en el mejor pie posible sus fuerzas navales para conservar las comunicaciones marítimas. En fin Vd. por cuantos medios le suscriban su patriotismo y luces se esforzará en persuadir al Gobierno de Chile a que haga cuanto esté de su parte por concurrir a terminar una fecha cuya prolongación, no hace más que (....) inútilmente los Estados de América sin ver un resultado definitivo. Lima, 23 de octubre de 1823.

* * *

Artículos adicionales.

1º V. entregará al señor Salazar los cuatrocientos mil pesos que lleva en billetes sobre el crédito que ha ido a negociarse en Londres; cuyos billetes están ya autorizados por el Gobierno del Perú.

2º Vd. insinuará al señor Salazar que estos billetes pueden cambiarse en Chile y Buenos Aires, por numerario que deberá remitirse aquí: que con ellos podrá también comprarse en Chile o Buenos Aires, paño para construir 4.000 vestuarios de tropas, brin y tela para camisas. Todo para completar 4.000 vestuarios. Pueden comprarse también fusiles, víveres y otros elementos de guerra, debiendo mandarse todo a la brevedad posible al Callao. Lima octubre 25 de 1823.

* De un impreso moderno. "Relaciones Diplomáticas de Bolívar con Chile y Buenos Aires", (V. Lecuna), tomo I, págs. 117-125.

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