San Cristóbal, junio 4 de 1820.
Al Comandante General del Socorro.
Está entendido S.E. de lo que V.S. me dice en su oficio de 22 de mayo último. Ya antes he acusado a V.S. recibo de los 1.000 vestidos que remitió V.S. por el señor Gobernador de Pamplona al Estado Mayor General. Se ha notado que esta remisión se hizo sin una relación del empaque, la que es muy necesaria para la recepción y distribución de vestuario.
Disponga V.S. que en adelante se haga bajo este método toda remisión que venga para el ejército. Sobre lo que antes se ha pedido a V.S., quiere S.E. ahora que haga construir el mayor número de cordones blancos para adornar las gorras de toda la infantería, y la remita al Cuartel General de 500 en 500, como lo mismo se ha pedido a Pamplona, le enviaré a V.S. oportunamente cuándo debe estar la construcción.
Aunque se supone en marcha ya los vestidos que V.S. envía, advierta que los que hagan en adelante sean de mayor talla, más anchos, y que se ponga más atención al corte que se les dé y a la costura. Lo contrario es perder inútilmente la manta, el tiempo, y el trabajo, sin que resulte al ejército la menor utilidad. Esto es lo que ha sucedido con los 1.000 vestidos que han llegado. Sólo algún soldado muy pequeño puede servirse de ellos por un día, si no se deshace al ponérselos la primera vez, como se ha visto acontecer a muchos.
Dios guarde, etc., etc.
PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ
* Del copiador de la Secretaría. Archivo del Libertador. O’Leary, tomo XVII, folio 27 vto., segunda parte.
RSS 2.0