Maracaibo, septiembre 17 de 1821.
Al Coronel Bartolomé Salom.
Instrucciones que deben servir de regla al Señor Coronel Bartolomé Salom en la comisión especial que con esta fecha se le ha conferido para organizar, aprestar y mandar la expedición mandada formar en Santa Marta. Composición de la expedición:
Art. 1° La expedición se compondrá de los batallones de la Guardia, Rifles, Vencedor, Tiradores, Carabobo, y de los Escuadrones de la Guardia, Guías, que se [llamaban antes] [1] denominaban antes Húsares y ahora se le dará aquel nombre) Lanceros, Cazadores a caballo, y Húsares del Comandante Silva que pertenecerán a La Guardia en adelante, y además de 1.000 hombres de Infantería que dará el General Montilla del ejército de su mando, o parte del ejército y parte [del país] [2] de reclutas; 200 hombres de Coro; pero tanto éstos como los que contribuye el ejército de Cartagena se refundirán en los Cuerpos de La Guardia que se han expresado, procurando hacer la distribución de manera que todos queden con una fuerza igual.
Dirección por donde marchan todos estos cuerpos y puntos de donde proceden:
Art. 2° Los batallones Rifles, Tiradores y Vencedor, y el Escuadrón de Lanceros, marcharán de esta ciudad por la Goagira, a Río Hacha, Rifles lo ha verificado hoy. Tiradores permanece aquí esperando a Vencedor y Lanceros que deben reunírsele del 22 al 24 del corriente, y continuarán juntos la marcha por la misma dirección que lleva Rifles. El Coronel Salom dejará sus órdenes al Comandante Heras para que se encargue del mando de estos tres cuerpos y los conduzca a Río Hacha, y él se adelantará a Rifles, a hacer preparar en el tránsito y en aquel puerto lo necesario para las subsistencias y transporte. Todos estos cuatro cuerpos deben embarcarse en Río Hacha para pasar a Santa Marta, y al efecto se han dado órdenes a los Generales Montilla y Clemente y a los Comandantes generales de Santa Marta y el Hacha para que tengan preparados víveres y buques de transporte. El Coronel Salom les pedirá de nuevo y activará su preparación por sí mismo. Como es difícil que haya buques para transportar toda la tropa a la vez, se embarcará Rifles al llegar, y los buques en que vaya volverán con los más que se consigan, a buscar a los otros cuerpos. Si no se puede hacer el transporte por mar se hará por tierra en el todo, o en la parte de tropa que no pueda embarcarse.
Art. 3° El batallón Carabobo con dos compañías más de infantería se incorporará a Vencedor (aunque una de ellas es de Granaderos) saldrá de La Guaira por mar a fines de este mes; y al mismo tiempo saldrá de Ocumare el Escuadrón de Húsares, solo o reunido con Carabobo. Con estos dos cuerpos deben ir algunos vestuarios o tela para construirlos, dinero, municiones, equipo de tropa, y armas. Todo esto pertenece a la expedición, y el Coronel Salom dispondrá de todo. Estos elementos pueden ir todos reunidos o por partes, pues así se le ha prevenido al Vicepresidente de Venezuela.
Art. 4° De Coro habrá salido ya, o saldrá de un momento a otro, el Escuadrón de Cazadores montados y los 200 infantes de que he hablado.
Art. 5° El Escuadrón de Guías (antes de Húsares) existe en el Valle Dupar [3] y Santa Marta, y debe hacerse ir a Río Hacha para que se embarque también allí, si hay buques suficientes, o se le mandará ir directamente a Santa Marta, si no es posible lo primero. Las tropas que debe dar el General Montilla se harán ir al punto de reunión por el camino que sea más breve y menos expuesto a enfermedades y deserciones.
Punto de Asamblea o de reunión y apresto de la expedición.
Art. 6° Tanto las tropas que salen de esta ciudad como las que lo hacen de La Guaira, Ocumare y Coro, deben reunirse en Santa Marta, que es el punto de Asamblea general, a donde hará ir el Coronel Salom las tropas que se han pedido al ejército de Cartagena.
Art. 7° En Santa Marta se harán los preparativos necesarios para la expedición. Al Comandante general de la Provincia, al General Clemente y al General Montilla, se les ha prevenido con este objeto que tengan prontas tres o cuatrocientas mil raciones de pan, carne y alguna menestra. Si no se hubieren preparado lo hará el Coronel Salom, bien sea solicitando los víveres en el país, bien celebrando contratas con los comerciantes por carne salada o pescado y harina cuanta sea menester, pues al intento está autorizado ampliamente. La misma autorización tienen los tres Jefes que he dicho. Estas contratas se pagarán con el dinero que llegue para la expedición si alcanzare para esto o si fueren urgentes los pagos, o se dejarán para que lo hagan las rentas del Estado. Las cuatrocientas mil raciones deben ir en la expedición, y se procurará no tocarlas mientras ésta esté en Santa Marta, debiendo entretanto mantenerse del país, o por otros medios aunque sean también de contratas.
Art. 8° Los mismos Jefes que he nombrado arriba tienen orden de embargar y alistar todos los buques particulares y del Estado, sean o no de guerra para el transporte de la expedición. Si fuere necesario no se exceptuarán ni aun los extranjeros, y en este caso se fletarán por los precios más equitativos posibles, a pagar después, o de pronto, si alcanzaren los fondos de la expedición. Además de éste la parte de la expedición que sale de Coro va en buques del Estado o corsarios que deben continuar sirviendo, y el Vicepresidente de Venezuela tiene orden de enviar las de La Guaira y Ocumare, también de preferencia, en buques de guerra o corsarios, que servirán no sólo de transporte sino de convoyar la expedición.
Medios para la expedición.
Art. 9° Además de los preparativos que se han mandado hacer en Santa Marta, como se ha dicho, los Vicepresidentes de Cundinamarca y Venezuela deben remitir algunas provisiones, que servirán para aumentar el almacén o para formarlo, si no se ha conseguido de los otros modos. El Coronel Salom cuidará de llevar por lo menos de tres a cuatrocientas mil raciones de pan, carne, alguna menestra y ron si puede adquirirse. Para procurar estos víveres y para los otros gastos de la expedición dispondrá de los fondos que haya en las cajas del Almirantazgo y de los de la Provincia de Cartagena, Santa Marta y Río Hacha y de los que envíen el Vicepresidente de Venezuela, el de Cundinamarca y el Ministro de Hacienda. También S.E. hará que le vayan cuantos pueda proporcionarse de paso. Se le autoriza además para que contraiga créditos sobre el Estado por lo que necesite, a pagar después, bien sea en descuentos de derechos en las Aduanas, bien en efectivo en los plazos que señalará, dándoles toda la dilación que sea posible para poderlos cumplir con más exactitud.
Elementos militares de la expedición.
Art. 10° Llevará sobrantes todas las municiones posibles. De esta ciudad van algunas. En Santa Marta debe darle el General Montilla dos o trescientos mil cartuchos. De Venezuela deben remitírsele también, y además pedirá al General Clemente todos los que no necesite urgentemente la marina. Si fuere posible llevará un millón de cartuchos de fusil o bala, y todos los tiros de cañón que necesiten los buques de guerra de que se componga la expedición. Si el Vicepresidente de Venezuela remitiere algunos fusiles que se le han pedido, o si los hubiere en los almacenes del Departamento de la costa de Cundinamarca, llevará sobrantes para armar los cuerpos y guerrillas que levante en el país que ocupe, y para que pueda enviar algunos a Guayaquil o San Buenaventura si fuere necesario.
Vestuario y equipamiento.
Art. 11° Los cuerpos que marchan de aquí y de La Guaira van completamente equipados y vestidos. Lo mismo deberán k los Húsares de Ocumare, los Guías, la infantería que dé el ejército de Cartagena y las tropas que van de Coro; pero si algún cuerpo de éstos no fuere vestido y equipado, procurará uniformarlo. Además de esto el Edecán O’Leary [4] llevará de Jamaica [5] a Santa Marta en este mes vestuario, equipo para tres o cuatro mil hombres. Estos vestidos y objetos se procurará conservarlos para vestir de nuevo el ejército, si se prolongase la campaña más de lo que se espera.
Organización de la expedición.
Art. 12º Toda la tropa destinada a la expedición se dividirá en dos Brigadas, [columnas, una de infantería, compuesta de todos los batallones, la cual será mandada por el Comandante Heras y otra de caballería, compuesta de todos los escuadrones, a las órdenes del Comandante Carvajal] [6] La [infantería se subdividirá en dos brigadas a la] [7] primera compuesta de Rifles, Vencedor, Lanceros y Guías, [que mandará el Jefe más antiguo de los Comandantes de Infantería] [8] La 2a, compuesta de Tiradores, Carabobo, Cazadores montados y Húsares.
La 1a Brigada a las órdenes del Comandante Sandes, y la 2a a las del Comandante Heras. Mas toda la infantería formará una columna al mando del Comandante Heras, y toda la caballería otra columna al mando del Comandante Carvajal. Todas las fuerzas destinadas a la expedición se fundirán en los batallones como se ha dicho en el artículo 1º, y como estos cuerpos tienen los oficiales necesarios, es inútil tomar otros. El Coronel Salom podrá sin embargo tomar los que le parezcan convenientes y dejará en el ejército de Cartagena los otros que le den en los mil hombres. En lugar de oficiales subalternos convendrán a la expedición algunos Jefes sueltos; pero de crédito por su valor y conducta, que sirvan para mandar Provincias o Distritos militares y guerrillas. Muy [especialmente] [9] principalmente llevará al Señor Coronel Lara [10] y al Teniente Coronel Ayala que [ayudarán] [11] servirán muy útilmente en la expedición.
Objetos de la expedición.
Art. 13° Varios son los que se proponen y se expondrán por el mismo orden de preferencia que deben tener. 19 Invadir y ocupar el Istmo de Panamá, libertando las Provincias que lo forman y apoderándose principalmente de las plazas de Portobelo y Panamá por un golpe de mano, si es posible, [o por operaciones más lentas, pero seguras] [12]. Si esto no se consigue, se intentarán operaciones que aunque son más lentas, son más seguras. La principal de todas es poner en insurrección todo el país, cortar la comunicación entre las dos plazas dichas y privarlas de mutuo socorro; bloquearlas por cuerpos bastante fuertes para que no puedan ser batidos en detal, para lo cual se cuidará de no subdividir mucho las fuerzas ni ocupar una línea demasiado extensa con el ejército, pero sí con guerrillas del país. 3° Atravesar el Istmo y apoderarse de un puerto cualquiera en el mar del Sur para abrir las comunicaciones con Guayaquil, San Buenaventura y el Chocó. 4° Enviar refuerzos a Guayaquil o San Buenaventura para nuestros ejércitos del Sur y de Guayaquil luego que lleguen al puerto que se haya ocupado por nuestros buques del mar del Sur, o por la Escuadra de Chile que ha ido a buscar el Edecán Ibarra. Estos refuerzos podrán ser de tropas de la expedición de gente del país, y su fuerza se calculará por las necesidades que tenga la expedición, es decir, que se enviarán más si fueren menores las atenciones y peligros que ella corra, y [al contrario] [13] viceversa. 5° Proteger y fomentar si es posible las insurrecciones del Virreinato de Méjico, amparando y tomando bajo nuestra protección el país que se liberte y acoja a ella; pero sin aventurar por esto la suerte de nuestras armas. Para poder lograr todo esto, y principalmente el 4° objeto, es de primera necesidad que se ponga en comunicación con nuestros puertos del Sur, y que se inste al Coronel Ibarra, y a los Señores General Sucre y Comandante general del Cauca para que le envíen los buques que se necesiten; pero es preciso que se exprese claramente el punto a donde deben dirigirse, y se les dé una señal por la cual puedan conocer, si permanece o no el punto en nuestro poder, y si se puede entrar a él sin peligro de caer en manos del enemigo por algún accidente.
Operaciones que deben practicarse.
Art. 14° La expedición dará la vela de Santa Marta el 15 de octubre próximo con dirección a Portobelo [14], siempre que se hayan reunido 3.000 hombres de los destinados o 2.500 por lo menos, si por otra parte hay noticia de que pueda emprenderse con suceso. Si según las noticias que haya sobre la situación y fuerza del enemigo en Portobelo puede dirigirse a él la expedición para tomarlo por golpe de mano, se hará desembarcando a barlovento o sotavento del puerto conforme a las circunstancias, procurando no ser sentido. Si no pudiere ser esto se hará el desembarco en el puerto de Mandinga [15], para dirigirse de allí o sobre Panamá o sobre Portobelo según sea más fácil el suceso. A la entrada de estos puertos se debe tener gran cuidado para evitar los escollos e islotes que hay en que podrían naufragar algunos buques. El curso posterior de las operaciones no se puede detallar; pero sí se indica que es muy fácil bloquear las dos plazas e incomunicarlas apoderándose rápidamente de las alturas y desfiladeros que hay en sus inmediaciones especialmente en las de Panamá; fortificada una división en estas posiciones, las guerrillas pueden hostilizar y ganar el país privando de recursos a las plazas.
Art. 15° Los buques de guerra y corsarios que vayan en la expedición quedarán a las órdenes del Coronel Salom, haciendo el crucero sobre las costas del Istmo en cooperación con el ejército para que le provean lo que necesite de fuera y le aseguren y faciliten los movimientos que intente sobre las costas mismas, y también para dirigir y conservar francas y frecuentes sus comunicaciones con la Provincia de Cartagena, por donde dará partes al Gobierno de cuanto se haga, hasta que pueda hacerlo por el mar del Sur o San Buenaventura. Los buques particulares se devolverán del puerto de desembarco, en libertad para proceder a donde quieran.
Art. 16° Entre Panamá y el Chocó hay una nación india que es independiente, pero amiga de Colombia; por este país hay veredas de comunicación aunque poco practicadas, que conducen del Istmo al Chocó, y ellas pueden servir para cualquier accidente de la guerra. No lo sabrá, sin embargo la tropa, para que combata con más resolución y sin esperanza de retirada. Estos indios servirán muy útilmente ganándolos y atrayéndolos bien.
Consecuencias que se esperan de la expedición.
Art. 17° La primera es la libertad del Istmo y de sus dos plazas. Segunda, fomentar las insurrecciones en la Nueva España y hacerlas extender bajo la esperanza de ser protegidos, y amparados, si es posible, sin aventurar nuestras tropas. Tercero, informarse exactamente del estado de Méjico y país y fuerzas de los patriotas, etc.
Facultades que se cometen al Coronel Bartolomé Salom, para esta expedición.
Art. 18° Además de las que se le han expresado en el nombramiento se le comete toda la facultad necesaria para dirigir sus operaciones como crea más conveniente y seguro, y para arreglar y organizar el país que libre, nombrando todos los empleados y demás autoridades. El país se organizará militarmente, es decir, que el Comandante general de la Provincia sea también Gobernador político e Intendente y que se ponga en estado de defensa, levantando tropas de línea y de milicias indeterminadamente. Con este fin podrá tomar los esclavos útiles para las armas.
Art. 19° Mientras esté en el país libertado por el ejército de su mando, tendrá el mando superior de él como Jefe de Departamento, así en lo civil como en lo militar.
Prevenciones generales.
Art. 20° Hará publicar solemnemente la Ley Fundamental de la República y que se preste juramento al Gobierno y a las leyes de Colombia. Hará elegir los Diputados que correspondan a las Provincias que liberte. Celará que se apliquen las leyes con equidad y bondad, pero sin infracciones, para ganar la opinión del país. Protegerá el comercio de ambos mares, y especialmente el que hagan los ingleses, no alterando en nada los derechos establecidos por los españoles, pero ofreciendo que el Gobierno los moderará y rebajará después.
Art. 21° Se espera que el Coronel Salom corresponderá satisfactoriamente a la plena confianza que se deposita en su celo, actividad y conocimientos; y que suplirán su prudencia y valor acreditados, y la larga práctica de la guerra, a lo que se haya omitido en estas instrucciones.
Dios guarde, &, &.
SIMÓN BOLÍVAR
* Archivo del Libertador. O’L. Vol. XVIII, 2º fº 196 vto. al 202 y vto.
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