Lima, 21 de octubre de 1823.
(Al señor general Sucre).
Mi querido general:
Ayer recibí las comunicaciones de Vd. del 11 del corriente en Quilca. Ocho días antes había sabido la desgracia de la división del Perú por un buque venido de Arica. Canterac que estaba cerca del Cuzco el 29 del pasado con tres mil hombres, publica de oficio que a Santa Cruz le han quedado dos mil hombres, como verá por el boletín español.
En Jauja tiene Loriga poco más de dos mil hombres, y está temblando de que lo ataque yo con los cuatro mil que están prontos a marchar a la Sierra. Todo está pronto para esta operación: tenemos caballos para seiscientos hombres: mil mulas para bagajes, y tres mil quinientos infantes provistos de todo.
Riva-Agüero se ha reconciliado con nosotros, y tiene a mis órdenes dos mil fusileros y setecientos caballos, estos últimos soberbios, y prontos a marchar por donde yo quiera.
Espero tres mil hombres que vienen del Istmo venidos de Maracaibo, que está en nuestro poder por la rendición de Morales a nuestras armas. Estas tropas llegarán dentro de un mes a más tardar, pues han ido ya a buscarlas de Guayaquil.
La expedición de Chile debe estar con Vd. y reemplaza la pérdida de Santa Cruz. Chile nos ofrece dinero y más tropas; porque Freiré ha sabido mi llegada a Lima, y tiene una gran confianza en el éxito de la causa; él me ofrece todo.
Nosotros tenemos en mi concepto siete mil hombres con Vd. Y siete mil hombres conmigo: de los cuales dos mil de caballería, y doce mil infantes. El secreto para vencer consiste en que Vd. por su parte, y yo por la mía, procuremos reunimos en cualquier parte aprovechando de paso todos los recursos del país para poder lograr tan fuerte. Para la reserva tenemos los tres mil colombianos que vienen, dos mil están en Quito, y tres mil más que he pedido al vicepresidente. Colombia tiene veinte mil hombres disponibles, y en el día sin objeto, porque ya no hay enemigos. Haga Vd. todo lo que pueda para reunirse a mí de cualquier modo que sea, y deje Vd. correr la suerte, que triunfaremos. Esta es toda la instrucción que Vd. recibe en esta fecha.
Los españoles tendrán en el Perú doce o catorce mil hombres; pero no los podrán reunir tan fácilmente como nosotros, y además valemos más que ellos, aunque Valdés vale algo más que alguno de nuestros jefes. Crea Vd. que el día que vea a los españoles, ese es el último de su reino en América, cueste lo que costare.
La España está en poder de los franceses, Fernando VII preso en Cádiz por las cortes y ésta en favor de la América como también la Inglaterra.
Adiós, mi querido general, tenga Vd. firmeza y constancia, y mande a su affmo. amigo que lo ama de corazón.
BOLÍVAR
* De un impreso moderno. "Correspondencia del Libertador" (1819-1829). Fundación Vicente Lecuna. Banco de Venezuela (Caracas, 1974), págs. 55-56.
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