DOCUMENTO 7989 OFICIO DE JOSÉ GABRIEL PÉREZ PARA EL SECRETARIO DE GUERRA DE COLOMBIA, FECHADO EN LIMA EL 13 DE OCTUBRE DE 1823, EN EL CUAL, DE ORDEN DE BOLÍVAR, SE REFIERE A QUE EN VISTA DE LA DUDOSA SITUACIÓN QUE ATRAVIESAN SUCRE Y SANTA CRUZ, ES LLEGADO EL MOMENTO PARA AUXILIAR AL LIBERTADOR CON TROPAS Y ARMAS. REFIÉRESE TAMBIÉN A NOTICIAS SOBRE RIVA-AGÜERO, QUIEN PARECE QUERER ENTREGARSE A LOS ESPAÑOLES CON SU EJERCITO. *

Lima, 13 de octubre de 1823.

Al Señor Secretario de Guerra de Colombia.

Acaba en este momento de saberse de Arica, por un buque procedente de allí, y por carta del cinco de este mes, que dice: Que el General Santa Cruz había llegado a Moquegua con sólo 600 hombres habiéndose dispersado su División en su retirada desde Oruro [1]], y en su marcha desde La Paz. Que la División de Colombia y Chile del mando del General Sucre estaban en Puno, ya sola y expuesta a ser cargada por todas las fuerzas enemigas; no se dice que haya sido batido y el Libertador cree que no lo será. Sin embargo, corre un gran riesgo.

Ha llegado pues el momento de que se remitan al Sur los 3.000 hombres que pidió por mi nota de 4 del presente. Ha llegado el momento de que el Gobierno haga esfuerzos extraordinarios para auxiliar al Libertador con tropas y armas, pues V.S. sabe que en este sur no hay un fusil. Colombia sola va a quedar para hacer frente al Ejército real, aumentado extraordinariamente con los 5.000 peruanos del mando del General Santa Cruz y engreído con tan repetidos triunfos. El Perú nada puede hacer, porque no tiene de qué disponer habiéndolo perdido todo. El Ejército real amenazará seguidamente nuestro Sur. Para empeorar la crítica situación de esta República, se dice que el ex-Presidente Riva-Agüero ha enviado un parlamentario a los enemigos, ofreciendo entregarse con su Ejército. Esta noticia la comunican del campo enemigo, y añaden que aceptada la oferta, se le esperaba allí. De todo esto hay documentos positivos. Los auxilios de Chile no han venido; se puede asegurar que no vendrán. No hay más defensores de este territorio que las tropas de Colombia, que si son auxiliadas poderosa y oportunamente por nuestro Gobierno, podrán no sólo sostenerse, sino repeler al enemigo y alejar siempre de nuestro suelo la guerra. S.E. me manda decir a V.S. con más claridad: que lo que pide ahora son 3.000 hombres, además de los 3.000 que ya deben estar en el Istmo, según notició el Intendente de aquel Departamento. Así, pues, pide por ahora estos 6.000 hombres con armas y con cuanto sea necesario para sostener con suceso una larga y horrible contienda.

Dios guarde a V.S.

[J. GABRIEL PÉREZ]

* De un copiador del Archivo del Libertador. Sección O’Leary. Tº XX. Fº 215 y vto.