Magdalena, 27 de abril de 1826.
A S. E. EL GENERAL F. DE P. SANTANDER.
Mi querido general:
No se admire Vd. al saber que Michelena vuelve a Colombia dejando vacante el empleo de secretario de nuestra legación en el Perú. Yo me he visto obligado a disponerlo así, porque ya no se podían tolerar las faltas que cometía a cada instante. Yo le aseguro a Vd. que jamás he conocido un muchacho más necio ni más pagado de sí mismo: él todo lo había visto; todo lo sabia; todo lo ajeno le parecía mal; todo lo criticaba; y, en fin, eran tantos los disparates que decía que ya era muy conocido en la ciudad. Aunque él no es malo de carácter, tiene tan poca o ninguna capacidad para ejercer un destino de tanta importancia, que me ha parecido más útil para él y para el gobierno que deje el puesto a otro que hablando menos sepa más. Crea Vd., mi querido general, que nos ha desacreditado pero mucho, mucho y que cada día iba de peor en peor.
Armero, de quien estoy muy, muy satisfecho, por lo bien que se conduce y por el interés que toma en los asuntos, que le encarga el gobierno, me ha dicho que iba a proponer a Guzmán para secretario.
Yo sé que este joven no quiere volver a Colombia, conozco que tiene bastante capacidad, juicio y moderación, y también conozco que no dejaría de convenirnos el que se quedara por acá.
Soy de Vd. amigo de corazón.
BOLÍVAR.