Magdalena, 6 de abril de 1826.
AL SEÑOR GENERAL DON ANDRÉS DE SANTA CRUZ.
Mi querido general:
El congreso del Perú, antes de reunirse, ha tenido una campaña legislativa fuertemente reñida por los arequipeños con Luna a su cabeza. Al fin de todo se ha ganado la votación por treinta y seis votos contra diez y ocho. El punto de la cuestión era si se debía o no anular de hecho la constitución y las leyes existentes. Desde luego, el gobierno ha sostenido que todo se debía conservar conforme a la constitución y a las leyes. Como hay muy mala fe de parte de los diputados de Arequipa, este congreso va a dar mucho que hacer, y yo debo irme a Bolivia inmediatamente. Por lo mismo, deseo que Vd. venga inmediatamente a sostener la constitución, el orden y las leyes. Esto es tanto más necesario, cuanto que al consejo de gobierno no lo quiere nadie, y no tenemos quien le haga frente a los enemigos del orden. Espero a Pando para que reemplace a Unanúe en las relaciones exteriores; pero a este señor Pando tampoco lo quieren porque dicen que es godo y tiene un carácter muy fuerte.
Vd. puede venirse a Quilca o Arica, donde no faltan buques que vienen al Callao, y de este modo hará Vd. un viaje más corto y más cómodo que por tierra, sobre todo cuando yo no podré ir de esta capital hasta que Vd. no venga.
Soy de Vd., mi querido general, su afmo. amigo de corazón.
BOLÍVAR.
P. D.—No aguarde Vd. que Sucre nombre otro presidente, sino nómbrelo Vd. interinamente y venga volando. Sobre esto escribo a Sucre.
* El original lo posee el general Oscar de Santa Cruz.
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