Cuartel General en San José de Cúcuta, a 14 de febrero de 1820.
Al Excmo. Señor Vicepresidente de Venezuela.
El 6 del corriente he llegado a la villa de San Cristóbal [1] y de allí pasé a La Grita, donde se hallaba el ejército, el que encontré en marcha retrógrada, por haber pasado La Torre el puente de Chama [2] y haberse puesto allí en una defensiva rigurosa, y nosotros sin víveres para continuar por aquella parte la campaña, y con órdenes el General de no alejarse de los valles de Cúcuta. Yo he aprobado el regreso del ejército, para mejor emprender las operaciones futuras con nuevos medios y refuerzos mucho más considerables.
He mandado ocupar la Provincia de Santa Marta, para cooperar con la expedición inglesa a la toma de Maracaibo. Yo mismo llevaré hasta las inmediaciones de Ocaña el cuerpo de tropas que va a ejecutar esta operación.
La división del General Valdés llegará a estos valles dentro de pocos días; entonces este Ejército será muy considerable y estará pronto a entrar en operaciones de combinación con el ejército de Apure, que ya habrá recibido mucho aumento, disciplina y reposo, y sus caballos estarán en buen estado.
En caso que el enemigo anticipe sus marchas sobre nosotros por esta parte, mi conducta será muy prudente, y la del ejército de Apure debe ser muy audaz. El señor General Páez debe atacar y tomar la Provincia de Caracas con la mayor resolución, y después ponerse a la espalda del enemigo que invada este territorio, y libertar el resto de Venezuela. El General Páez está pronto para ejecutar esta operación, luego que tenga la primera noticia; yo tengo la mayor confianza de que lo hará con el mayor acierto y suceso, tanto por su actividad y valor, como por la hermosura del ejército de su mando.
Hemos ganado una acción muy brillante sobre el Magdalena, como V.E. lo sabrá por el adjunto boletín, añadiendo que son más los fusiles y buques de guerra que se han tomado, que lo que se expresa en él. Con esto se facilita mucho la ocupación de Santa Marta y el Magdalena. He mandado a Popayán grandes refuerzos de tropas, municiones y armas para la campaña contra Pasto, a las órdenes de los señores Coroneles Mires y Salom; la cual debe abrirse en este verano, pues el señor Calzada [3] nos está inquietando por aquella parte; y si no se le atiende a tiempo, puede al fin lograr un suceso decisivo.
No me cansaré de pedir armas para Cundinamarca y todos los socorros necesarios para el ejército de Occidente, que necesita de cuanto pueda disponer el Gobierno en su auxilio. Todo, todo, todo debe hacerse con la mayor celeridad, porque estamos perdiendo momentos muy preciosos; y momentos que el enemigo quizás aprovecha con usura.
Al señor General D’Evereux o al Coronel Montilla, comunicará V.E. la parte que crea conveniente de este despacho, para que obren en consecuencia y con la mayor actividad posible. Mañana parto para Ocaña, y en todo este mes quedará libre Santa Marta.
Hasta hoy no he recibido ninguna comunicación de V.E., ni he sabido nada de ese Departamento desde que he entrado en éste. Yo recomiendo mucho a V.E. la frecuencia en sus partes y comunicaciones, como igualmente el que las dirija a S.E. el señor Vicepresidente de Colombia, con la misma frecuencia, y detallándole muy circunstancialmente el estado de nuestros negocios.
Dios, etc.
BOLÍVAR
P.D. Se pidieron medicinas, que vengan con el General Sucre y todo lo demás que antes se ha pedido.
BOLÍVAR
* De un impreso moderno, O’Leary, "Memorias", tomo XVII, páginas 66-68.
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