Cuartel General de Guasdualito, a 31 de enero de 1820.
Al Coronel Rangel.
Señor Coronel:
Autorizo a US. con todas las facultades que a mí tocan, para que pueda disponer de todos los hombres, caballos y ganados para que mande a Cúcuta 10.000 reses. Tanto en la Provincia de Casanare, como en este Departamento, obedecerán las órdenes de US., como si emanasen de mi propia autoridad.
Los Jefes políticos y militares que por cualquiera causa o pretexto se opusieren o retardaren el cumplimiento de sus órdenes, serán presos y mandados a mi Cuartel General, y en cuanto a los subalternos y paisanos que cometieren la misma falta u otro delito más grave, podrá US. castigarlos hasta con la última pena.
US. debe auxiliar el ejército, el parque, la recluta y el hospital con todos los medios que haya en estas Provincias de Casanare y Barinas. El ciudadano Almeida cumplirá las libranzas que US. le libre.
Está US. autorizado para entenderse directamente con todos. los Comandantes y Jefes de los pueblos y cantones militares de estas Provincias.
US. tomará todos los hombres útiles para este servicio, pena de ser pasado por las armas el que deserte de él o rehusare hacerlo.
El Coronel Paredes [1] tomará el mando de esta ciudad y su Departamento, hasta que US. haya cumplido con su comisión, y entonces marcharán juntos a Cúcuta o a mi Cuartel General, donde se halle. La copia que incluyo a US. le servirá de regla con respecto a la conducción de ganados.
El parque que viene por Arauca lo enviará US. por la Salina con el Coronel Figueredo [2], a quien se autoriza plenamente para reclutar hombres y colectar bestias para la conducción de dicho parque.
Oficiará US. al Gobernador de Tunja, para que proporcione todos los auxilios necesarios para el primero y segundo parque.
El señor General Soublette informará a US. de todo lo que sepa de estas partes y todo lo demás que US. quiera informarse de él. La infantería marchará para la Salina y US. tomará el mando de toda la caballería para la conducción de ganados.
Dios, etc.
BOLÍVAR
* De un impreso moderno, O’Leary, "Memorias", tomo XVII, páginas 50-51.