Caracas, 7 de marzo de 1827.
A S. E. el gran mariscal don andrés de santa cruz, etc., etc., etc.
Mi Querido General:
Han llegado dos correos y no me han traído ninguna de Vd., bien que no me da cuidado porque nada temo de por allá. Muy poco o nada puedo decir a Vd. en esta ocasión, no teniendo ninguna de Vd. que contestar ni noticia que darle. Desde mi última carta las cosas de este país han continuado, poco más o menos, lo mismo. Yo me ocupo exclusivamente en su organización, y en mejorar sus rentas reformando los empleados y suprimiendo otros. Espero poder hacer algo que valga la pena. En el correo pasado dije a Vd. que el paquete no nos ha traído nada de importante. En estos días tampoco se ha recibido ninguna noticia de Europa. Este silencio, esta calma y la impotencia en que se halla la España, me han animado a dictar muchas reformas militares que nos producirán la ventaja de disminuir nuestros gastos. Salude Vd. a todos los señores ministros y amigos. Soy de Vd. amigo de corazón.
BOLÍVAR