QUITO, 29 DE SEPTIEMBRE DE 1826.
SEÑOR GENERAL DON ANTONIO GUTIÉRREZ DE LA FUENTE.
Mi Querido La Fuente:
Al llegar a esta ciudad he tenido la satisfacción de recibir la acta de esa ciudad, que me ha remitido el general Lara: Vd., mi querido general, podrá imaginarse con cuanto gusto he visto yo este acto honroso para mí y altamente útil para el país, y, sobre todo, para ese departamento y Vd., que, como he dicho antes, están llamados a grandes destinos. Tengo noticias de Lima hasta el 11 del corriente; allí todo permanecía tranquilo, y yo estoy cierto que todo continuará en este estado hasta mi regreso, que será dentro de diez meses. Esto me conduce a hablar a Vd. sobre los negocios de este país, que, aunque no los he encontrado en buen estado, me promete la lisonjera esperanza de poderlos arreglar de un modo estable y conforme al plan de la gran federación. Hasta aquí he encontrado en todos los pueblos del Ecuador las más favorables disposiciones hacia este objeto, y espero que en mi marcha adelante encontraré las mismas ideas. De todos modos, yo haré por Colombia todo lo que dependa de mis facultades a fin de asegurar su estabilidad, su tranquilidad y su dicha. Por mi parte, apenas necesito recomendar a Vd. la más perfecta armonía con el gobierno; él está compuesto de lo más selecto que se ha podido encontrar, y todos ellos tienen por Vd. la consideración y cariño a que Vd. es acreedor por sus relevantes méritos; yo sigo mi marcha adelante; a fines del mes que entra estaré en Bogotá, y allí yo habré decidido el partido que deba tomar con respecto a Colombia, donde mi opinión y mi influjo harán lo que no pudiera hacer yo mismo. Así Vd. puede contar con que yo estaré en el Perú entre agosto y setiembre del año entrante, y eso cuando a más tardar.
Tenga Vd. la bondad de saludar a todos esos señores amigos, de ponerme a los pies de la señora su esposa, y de creerme su mejor amigo.
BOLÍVAR.