LIMA, 18 DE AGOSTO DE 1826.
Señor General Don Antonio Gutiérrez de la Fuente.
Mi Querido General:
Estando ya al embarcarme para Colombia he tenido que demorar mi marcha a causa de los últimos sucesos de esta capital. Desde el momento que se supo en ella que yo estaba decidido a partir, pusieron en movimiento todos los resortes imaginables a fin de obligarme a revocar mi determinación. Se reunieron las corporaciones, los barrios y también las señoras a suplicarme no los abandonasen en tan críticas circunstancias. Últimamente se ha reunido el colegio electoral de esta provincia y unánimemente, grande y generoso, me ha obligado a detenerme quince o veinte días más en esta capital con el objeto de que no se pierdan las esperanzas que han concebido todos estos señores de mejorar su actual posición política. Esta misma lisonjera esperanza es la que me lleva a Colombia que clama por mi presencia para calmar los partidos que ha producido mi larga ausencia, y también a consultar la voluntad general, sin la cual no podré aceptar la presidencia que me ofrece este pueblo.
Soy de Vd., mi general amigo de corazón.
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