LIMA 18 DE AGOSTO DE 1826.
A S. E. El Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre.
Casi ya en los momentos de embarcarme he tenido que suspender mi marcha a Colombia por algunos días, a causa de los últimos acontecimientos que han tenido lugar en esta capital en estos dos días pasados. Desde el momento que se supo que yo estaba determinado a marchar los habitantes de esta capital comenzaron a poner en movimiento todos los resortes que pudiesen comprometerme a revocar mi determinación y a suplicarme, de cuantos modos puede imaginarse, no los abandonase en tan críticas circunstancias. Sin embargo, yo a todo me resistía, porque el interés de Colombia es superior a todo; mas habiéndose reunido el colegio electoral de la provincia de Lima que debía aprobar o no la constitución y señalar la persona que debiese ejercer la presidencia, han adoptado unánimemente la constitución de Bolivia y me han nombrado presidente constitucional. Entre tanto parece que en toda la república están animados de los mismos sentimientos y que los colegios electorales seguirán el ejemplo del de esta provincia, si es que ya no lo han dado como ha sucedido en Tarma.
Este acontecimiento, que es de una magnitud imponderable por el bien que promete, me ha obligado a detenerme en esta capital por algunos días, a fin de no dejar perdidas tan bellas esperanzas y de dar a este pueblo la última prueba de mi gratitud por el modo con que se ha expresado en estos últimos días. Aguardaré, pues, al general Santa Cruz y entre tanto sabremos si la constitución se adopta en toda la extensión de la república.
En ’’ Papeles de Bolívar’’, p. 128, publicamos esta carta como dirigida a Santander y así la reprodujeron los editores del Archivo de Santander, sin indicar el origen; pero habiendo aparecido luego el borrador de la carta anterior, evidentemente dirigida a Santander, creemos que el presente es un fragmento de la carta escrita a Sucre al día siguiente.
El fragmento que sigue corresponde probablemente a la continuación de esta carta.
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