LIMA 8 DE AGOSTO DE 1826.
Señor General Juan Paz del Castillo.
Mi Querido General.
Esta carta la lleva el Señor Antonio Leocadio Guzmán que parte el lunes para Guayaquil de allí ha de seguir para Venezuela.
Es caballero ciertamente bien instruido y de un excelente juicio, está perfectamente instruido de mis ideas las cuales presentara a Vd. como el fruto de mis meditaciones sobre el estado actual de los negocios de Colombia y de mi vehemente deseo porque se restablezca el orden y la estabilidad, que parece amenazar de una ruina completa. Los sucesos de Valencia y del General Páez, unido a los que han tenido lugar últimamente en Guayaquil, han llamado toda mi atención y me han hecho pensar infinito sobre el modo de remediarlos.
En Guayaquil se ha tratado de reformar la constitución según parece ¿y no es esto un paso que dado ya pueda conducir a otro de una gravedad peligrosa? Es preciso mi querido General, ponerse en este punto para conocer la extensión de los males que nos amenazan si no ponemos un dique fuerte y seguro al torrente que se levanta sobre nuestras cabezas. En la inmensidad de mis meditaciones yo no encuentro otro dique que el proyecto de constitución que yo he presentado a la República Boliviana, porque el abraza todos los extremos más opuestos es igualmente favorable al pueblo y al gobierno, algo alaga tiene todos los encantos de la federación y toda la fuerza del gobierno central; y, en una palabra, yo la presento al pueblo de Colombia como el arca de su salvación, y la recomiendo a la salvación de aquellos amigos que como Vd., aman a su patria y desean toda su tranquilidad.
Guzmán extenderá a usted mis ideas sobre este proyecto, que ofrezco como mi último pensamiento.
Soy de Vd el mejor amigo.
BOLÍVAR.
RSS 2.0