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DOCUMENTO 280. CARTA SIN LUGAR NI AÑO, DIRIGIDA A DON JOSÉ RA­FAEL REVENGA, DISPONIENDO QUE SE LIBRE ORDEN EN FA­VOR DEL GENERAL RAFAEL URDANETA CONTRA LA COMPA­ÑÍA DE MINAS DE BOLÍVAR*

Bogotá, noviembre 17 de 1827?).

Al S.r Revenga.

Mi querido amigo: Quisiera tener una fortuna material que dar a cada colombiano; pero no tengo nada. No tengo más que corazón pa amarlos y una espada p’ defenderlos.

Hágame Vmd. el favor de ponerme corriente una letra p.r tri­plicada, con su carta de aviso contra la Compañía de Minas de Bolívar [1], p.r el valor de 200 libras, a favor del S.r Rafael Urdaneta [2], debiendo pagarse a cien días después de vistas.

De Vmd. de corazón.

BOLÍVAR.

*De una fotocopia facilitada a la Comisión Editora por el Profesor Ernesto J. Castillero R., de Panamá, y tomada del documento original, que perteneció al abogado panameño Dr. Julio J. Fábrega. Enteramente autó­grafa. El Dr. Vicente Lecuna publicó este documento de un facsímil, con ligeras variantes, en “Simón Bolívar, Obras Completas”, volumen II, p. 508, ilustrándolo con la nota siguiente: "Museo Boliviano, Caracas N° 2.352. Toda de letra del Libertador. No dice el año. Hemos supuesto que es de 1828, pero no tenemos pruebas concluyentes. El duplicado, que com­prende solamente el segundo párrafo, existe en el archivo [del Libertador, vol. 48, folio 85]. Fue adquirido por el Dr. E[duardo] Arroyo Lameda en Londres". Posee también un facsímil el Archivo General de la Nación, Caracas.

Para indagar la fecha de esta carta, la Comisión ha tenido en cuenta las consideraciones siguientes: 1) La carta ha de ser, desde luego, posterior al año de 1824, pues fue el 12 de octubre del mismo cuando María Antonia Bolívar procedió a arrendar en Caracas (con poder y en nombre de su hermano) las minas de Aroa a los representantes de la que se llamó "Com­pañía de Minas de Bolívar". Dicho contrato fue ratificado por el Li­bertador en Lima el 7 de abril de 1825. El arrendamiento le producía diez mil pesos anuales durante los tres primeros años, y luego 13.000 por año. 2) La redacción de la carta de Bolívar para Revenga presupone que éste debía de hallarse cerca de aquél, pues las letras y la carta de aviso que Revenga había de "poner corrientes", es decir, redactar, tenían que llevar la firma de Bolívar para ser válidas. Ahora bien: a partir de 1824, Re­venga sólo se halló cerca del Libertador un 17 de noviembre, en 1826, 1827 y 1828, las tres ocasiones en Bogotá. En 1826, era en esa fecha, todavía, y por pocos días, Secretario de Relaciones Exteriores, pues el 24 de noviembre fue designado Secretario General del Libertador. En 1827, luego de haber sido suprimida la Secretaría General, se había reencargado el 12 de septiembre de la de Relaciones Exteriores. En 1828 era miembro del Consejo de Estado, y se hallaba a punto de ser nombrado (lo fue el día 27 de noviembre) Ministro de Hacienda, en Comisión a los Depar­tamentos de Venezuela. Por consiguiente, en cualquiera de esas tres fe­chas (1826, 1827 o 1828), pudo Bolívar escribir su nota de 17 de no­viembre para Revenga; el puesto que en cada oportunidad desempeñaba éste no es determinante del encargo que le confía Bolívar, pues por el contexto de la carta se ve claramente que en este asunto de carácter par­ticular el Libertador no se dirigía al funcionario, sino al amigo conocedor de aquellos trámites. (Revenga, además de haber vivido varios años en Londres como Agente Diplomático de la República, había estudiado correspondencia comercial durante su exilio en los Estados Unidos de 1816 a 1818). 3) La situación del beneficiario de la letra, General Rafael Urdaneta, debe ser también tomada en cuenta. En noviembre de 1826, se hallaba en el Departamento del Zulia, cuya Comandancia General ejer­cía, ocupado principalmente en enfrentar la delicada situación política planteada en Venezuela con motivo de la Cosiata. No parece muy probable que en esos momentos, y cuando precisamente se disponía a marchar hacia Maracaibo, Bolívar ordenase preparar en Bogotá una letra de cam­bio, de carácter particular, a favor de Urdaneta. No es, desde luego, im­posible; pero no parece encajar bien en el cuadro general de los sucesos. En noviembre de 1827, tanto el Libertador como el General Urdaneta y el Licenciado Revenga se hallaban en Bogotá: Por cartas de Urdaneta al Coronel Carlos Castelli, fechadas en esa ciudad de septiembre a noviembre de 1827 (véase: Carlos Arbeláez Urdaneta, “Biografía del General Urdaneta, último Presidente de la Gran Colombia”. Maracaibo, Imprenta del Estado Zulia, 1945, págs. 468 y ss.), se sabe que el General aguar­daba la llegada de su familia a Bogotá, procedente de Maracaibo; que estaba fundando "una haciendita" en Cuenta, la cual "no será nada to­davía en un año", es decir, que no iba a producir beneficios de inmedia­to; y que pensaba alquilar su casa de Maracaibo, "pues en mi actual si­tuación —escribía el 30 de noviembre de 1827— cualquier cantidad o cualquier ahorro me es necesario". Por consiguiente, sería bastante lógico presumir que el Libertador le hubiese hecho un préstamo en esos días. Finalmente, queda la posibilidad de que la carta sea de 1828. El 11 de noviembre de este año, el General Urdaneta había tenido un fuerte choque con los miembros del Consejo de Gobierno, al improbar este cuerpo la sentencia pronunciada por el procer zuliano en el juicio se­guido al General Santander a raíz del atentado de septiembre. Urdaneta, disgustado y adolorido, decidió retirarse a su hacienda de Casanare, y Bolívar aprobó esa determinación suya al principio. Así se lo decía Urda­neta al General Mariano Montilla en carta del 14 de aquel mes, desde Bogotá (Daniel F. O’Leary, “Memorias, op. Cit”., vol. VI, págs. 180-185, en especial pág. 184). Cabría pensar que en tales circunstancias el General Urdaneta pudo hallarse escaso de fondos para incrementar su hato de Casanare, y que Bolívar tal vez le ofreciese en esos mismos días su ayuda mediante una letra que el General podía negociar inclusive en Bogotá, en caso de necesidad. Se sabe que el día 18 de noviembre, el Libertador se fue al campo (a Chía y luego a Bojacá) por un tiempo: y es muy posible que en vísperas de la partida redactase aquella carta y la enviase con un propio desde la Quinta a la residencia de Revenga, para dejar finiquitado el asunto.

En conclusión, los argumentos a favor de 1827 o de 1828 resultan casi de igual peso, y hacen muy difícil la decisión. La Comisión Editora, teniendo en cuenta que el General Urdaneta (en su correspondencia conocida) se refiere a dificultades económicas en noviembre de 1827, y nada dice en tal sentido en 1828, ha considerado conveniente colocar este do­cumento en el año de 1827, aunque en forma hipotética y provisional, que no excluye la posibilidad de que pueda muy bien corresponder al de 1828, y hasta tal vez al de 1826.

El destinatario, José Rafael Revenga (El Consejo, 1786-Caracas, 1852), fue varias veces Ministro de Relaciones Exteriores y de Hacienda; Agente Diplomático de la República en Estados Unidos, España e Inglaterra, y Secretario General del Libertador en 1815 y en 1826-1827.

Notas

[1] Sobre esta Compañía, véanse: doc. N° 220, nota 3, y N° 223, nota 2

[2] Rafael Urdaneta (Maracaibo, 1788-París, 1845). (Véase: doc. No 145, nota principal.)

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