Lima, 2 de agosto de 1826
Al Señor General Don Antonio Gutiérrez de la Fuente.
Mi querido general:
Antes de ayer escribí a Vd., muy de paso, participándole la revolución que se tramaba en esta capital contra el gobierno y contra mí por los argentinos y partidarios de Riva Agüero. Actualmente se están tomando todas las medidas imaginables a fin de descubrir hasta donde podía extenderse un plan tan inicuo como insensato. El gobierno está determinado a ser inexorable en esta causa y a. echar del país a todos aquellos que siquiera sean sospechosos. Es un delirio creer que mientras que estos facciosos existan en el país pueda haber tranquilidad y orden. Este desagradable acontecimiento me ha determinado a permanecer en esta capital más tiempo del que debiera, porque estoy resuelto a no abandonar el Perú mientras que no haya establecido en él radicalmente el orden, y se haya sofocado el germen de revolución que aun parece dominar en este desgraciado país.
Si aun no hubiese salido la expedición de tropas que debe venir a esta capital con los "Rifles" y "Vencedor", espero que Vd. tomará todas las medidas posibles a fin de que estas tropas vengan cuanto antes a esta ciudad, donde servirán infinito.
De Colombia no hemos tenido otras noticias que las que comunique a Vd. en mi carta anterior.
Soy de Vd., mi querido general, amigo de corazón.
BOLÍVAR.
Paz Soldán la reproduce con fecha 5 de agosto, 2’, II, 107. En la Biblioteca Nacional, Lima, se halla una copia.
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