BOGOTÁ, 15 DE NOVIEMBRE DE 1826
AL SEÑOR GENERAL MIGUEL GUERRERO.
Mi querido general:
Estoy ya en la capital y ya me preparo a marchar a Venezuela dentro de ocho días. Yo no llevo otro objeto que consagrarme todo entero al servicio de Venezuela, a la patria de los héroes, que desgraciadamente no es tan feliz como lo deseamos todos. Espero, pues, que muy pronto estaré con Vd. y Juntos procuraremos hacer cuanto dependa de nuestras facultades para salvar ese país de los males que podría sufrir, si no se calman las pasiones que lo agitan y si no se uniforman las opiniones que lo dividen.
Mi querido Genera solo un encargo hago a Vd, y éste se reduce a que procure evitar una guerra civil, aun cuando fuere preciso hacer sacrificios. Este es el ardiente deseo de su afmo amigo de corazón