Lima, 24 de febrero de 1825.
Al señor R[obert] Sutherland, [hijo].
Mi apreciado amigo: Tengo en este momento el gran placer de recibir la muy preciosa carta de Vd., fechada en Maracaibo a 12 de agosto último. Ya había tenido la satisfacción de saber la llegada de Vd. a esa ciudad, cosa que me fue muy grata.
Mucho me agradaría ver a Vd. en Colombia o en el Perú, si Vd. pudiera hacer este viaje.
Es de mi deber decir a Vd., en nombre de la amistad que profesé a su padre [1], que la muerte de éste me ha sido extremadamente dolorosa y que la he sentido como si hubiera sido una pérdida mía. Yo no olvidaré nunca que él fue uno de mis amigos más sinceros.
Desearía saber si el gobierno de Colombia ha reconocido la deuda contraída con el padre de Vd. en el equipo de nuestras primeras expediciones. Me propongo recomendar el asunto a Colombia, si no estuviere ya despachado.
Vd. puede contar siempre con mi amistad y con mi particular afecto. Nada me será más grato que ver a Vd. y asegurarle personalmente que soy su amigo afectísimo.
BOLÍVAR.
* De un impreso moderno. En el Foreign Office, de Londres (cota: Colombia, 1828-1829, N° 21), se conserva una versión al inglés de la carta original de Bolívar. Esta no se conoce. Reproducimos la retraducción al español realizada sobre aquella versión inglesa por el historiador venezolano Carlos A. Villanueva y publicada en su obra “La Santa Alianza”, París, 1912, pp. 105-106. El destinatario, Robert Sutherland, hijo, residía entonces en Maracaibo, en donde cumplía funciones de Vice-Cónsul de Gran Bretaña.