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DOCUMENTO 6472 INSTRUCCIONES DEL LIBERTADOR PRESIDENTE DE COLOMBIA, FECHADAS EN LA PURIFICACIÓN EL 1° DE DICIEMBRE DE 1821, Y DADAS A LOS CORONELES JUAN PAZ DEL CASTILLO Y TENIENTE CORONEL PEDRO MURGUEITIO, COMISIONADOS PARA TRATAR Y PROPONER A S.E. EL JEFE SUPERIOR POLÍTICO Y CAPITÁN GENERAL DE QUITO, O LAS AUTORIDADES QUE LO REPRESENTAN, ASUNTOS INTERESANTES AL GOBIERNO DE LA REPÚBLICA DE COLOMBIA Y AL DE ESPAÑA. POR ESTAS INSTRUCCIONES SE TRATO DE PROPONER UNA CAPITULACIÓN AL GENERAL AYMERICH PARA QUE ENTREGARA AL REINO DE QUITO Y EVITAR ASI MAS EFUSIÓN DE SANGRE Y LE DETALLA LA SITUACIÓN POLÍTICA EN AMERICA Y ESPAÑA, DESFAVORABLE A LA CAUSA REALISTA.*

Cuartel General de la Purificación, a 1° de diciembre de 1821-11°.

Instrucciones del Libertador y Presidente de la República de Colombia a los Señores Coroneles Juan Paz del Castillo, y Teniente Coronel Pedro Murgueitío, comisionados para tratar y proponer a S.E. el Jefe Superior Político y Capitán General de Quito, o a las autoridades que lo representan, asuntos interesantes al Gobierno de la República de Colombia y al de España.

1° Los Señores comisionados pedirán desde la frontera enemiga, al Excelentísimo Señor Jefe Superior Político y Capitán General de Quito, o a las autoridades que lo representan los pasaportes y salvoconductos de estilo para trasladarse a donde se halle.

2º Propondrán verbalmente a S.E. el Jefe Superior Político y Capitán General de Quito o a las autoridades que lo representan, la rendición y entrega de aquel Departamento al Gobierno de la República de Colombia.

3° La absoluta superioridad de nuestras armas triunfalmente en todas partes: la destrucción completa del único Ejército real veterano y aguerrido del mando del Señor General La Torre, confinado a los muros de Puerto Cabello, donde infaliblemente se rendirá por hambre con el puñado de hombres con que se encerró allí que diariamente se disminuye por la fiebre, y más que todo por la espantosa deserción a nuestro campo, donde se han presentado diferentes partidas conducidas, unas por Capitanes y otras por subalternos, lo que prueba la más entera desmoralización: La ocupación de Santa Marta: la rendición de la inexpugnable plaza de Cartagena, la de Cumaná: la completa y absoluta libertad y tranquilidad de los Departamento de Cundinamarca, y Venezuela donde no hay un enemigo, la actitud en que estamos de convertir nuestras inmensas fuerzas sobre el territorio de Quito, los últimos acontecimientos de Méjico declarándose aquella vasta región en un imperio independiente de España; quitando así y para siempre toda esperanza de sumisión a la Península: la libertad del Perú: la estabilidad, orden y regularidad de la República de Chile: la absoluta impotencia de la España de auxiliar los realistas de América por la crítica y terrible situación en que se halla, amenazada de furiosos enemigos domésticos que se dirigen frecuentemente a trastornar los principales funcionarios de su Gobierno: la escandalosa conmoción del 23 y 24 de agosto en Madrid en que más de diez mil hombres se amotinaron contra la fuerza armada, a cuya cabeza estaba el General Morillo, que se le ha visto en la necesidad, para no ser asesinado por el pueblo, de excusarse ante él, humillándose y abatiéndose hasta el extremo: la preponderante opinión allí del reconocimiento de los gobiernos de América, expresados con energía y aun con entusiasmo por los Diputados de Cortes más ilustrados y populares: la actitud alarmante y aun hostil de las potencias del Norte y Europa contra los gobiernos liberales de mediodía que no sólo no han querido reconocer, sino los han destruido como al de Napóles y Cicilia, son razones y argumentos incontestables para persuadir al Jefe Superior político y Capitán General de Quito o a las autoridades que lo representan de la situación espantosa, y aun desesperada a que está reducido. Sólo el deseo de economizar sangre humana, impele al Gobierno de Colombia a proporcionar a S.E. el Jefe Superior Político y Capitán General de Quito, o a las autoridades que lo representan, un medio decoroso y compatible con su honor y con los intereses de Colombia y de España. El Gobierno de Colombia no ve su poder para dictar condiciones duras, antes bien se presta a negociaciones honrosas.

4° Los Señores comisionados harán una grande ostentación de nuestras fuerzas; de su número, calidad, entusiasmo y sobre todo de la seguridad que tienen de vencer, enseñadas por una serie de triunfos gloriosos y decisivos.

5° Los papeles públicos que incluyo a Vds. darán a S.E. el Jefe Superior Político y Capitán General de Quito o a las autoridades que lo representan, una idea exacta y completa de la situación de Méjico, perdido para siempre para la España: de la situación de la Península y de la Europa en general y muy particularmente de la de Colombia. En ellos verán la rapidez e importancia de nuestros triunfos y de la generosidad con que en medio de ellos hemos tratado a los Jefes que nos han pedido capitulación, concediéndoselas tan honrosas como ellos no podían esperar en la situación en que se hallaban; tales son las que hemos concedido a los Gobernadores de las Plazas de La Guaira, Cartagena y Cumaná.

6° Los Señores comisionados tomarán el mayor interés en demostrar a S.E. el Jefe Superior Político y Capitán General de Quito, o las autoridades que lo representan, cuan superior era la situación de los Gobernadores de La Guaira, Cartagena y Cumaná, cuando pidieron y obtuvieron las capitulaciones bajo las cuales entregaron dichas plazas, a la en que él se halla, solo y sin apoyo,teniendo que luchar con el más aguerrido y bravo Ejército de Colombia.

7° Aseguren Vds. franca y solemnemente a S.E. el Jefe Superior Político y Capitán General de Quito o a las autoridades que lo representan, que el Gobierno de Colombia le concederá las mismas honrosas condiciones que concedió a los Gobernadores de La Guaira, Cartagena y Cumaná, las que cumplirá tan exacta y fielmente como cumplió aquéllas.

8° En el caso que S.E. el Jefe Superior Político y Capitán General de Quito o las autoridades que lo representen, convengan en lo que ahora les concede el Gobierno de la República, le manifestarán Vds. que es de primera necesidad que comisione una persona o personas autorizadas por él suficientemente para proponer y pedir de nuestro Gobierno la capitulación bajo la cual debe entregar aquel Departamento a la República de Colombia, cuyas bases serán las mismas que las de las capitulaciones de Cartagena y Cumaná.

9° Para dar a S.E. el Jefe Superior Político y Capitán General de Quito, o las autoridades que lo representen, una idea exacta de la franqueza del Gobierno de Colombia, le propondrán los Señores comisionados que destine los Jefes u oficiales que tenga a bien comisionar para que trasladados a mi campo vean el Ejército Libertador del Sur, y que satisfechos de nuestras fuerzas, informen a S.E. el Jefe Superior Político o a las autoridades que lo representan, de la generosidad del Gobierno de la República, y de la absoluta imposibilidad de oponer al Ejército Libertador una resistencia racional y fundada.

10° Los Señores comisionados desempeñarán esta comisión verbalmente; mas si S.E. el Jefe Superior Político y Capitán General de Quito o las autoridades que lo representan, exigiere que se haga por escrito, los Señores comisionados están autorizados para ello.

11° Se ofrecerá una absoluta amnistía a todos los habitantes del Departamento de Quito, sean cuales hayan sido sus opiniones, destinos, conducta, comprometimientos y servicios a la causa del Rey; los funcionarios españoles podrán embarcarse o irse a donde les convenga con sus familias e intereses de todas clases, pudiendo quedarse o irse los no empleados, según les convenga.

12° En el caso que los Señores comisionados no puedan pasar hasta Quito, podrán hacer las mismas proposiciones que están encargados de presentar a S.E. el Jefe Superior Político y Capitán General de Quito, al Jefe o Jefes Españoles que manden a Pasto y a las demás autoridades del Reino de Quito, con quienes pueden ponerse en contacto de palabra o por escrito, dirigiéndose también por escrito a S.E. el Jefe Superior Político de Quito o a las autoridades que lo representen desde donde puedan hacerlo, siempre que experimenten grandes obstáculos para pasar hasta la Capital de Quito.

13° En el curso de la comisión no comprometerán a ninguna persona del pueblo, tanto por la dignidad de nuestro gobierno, como para evitar todo sufrimiento a un pueblo tantas veces sacrificado por el poder Español.

14° Los señores comisionados prolongarán estas negociaciones hasta fines de enero próximo venidero por cuantos medios le sean posibles; pues para aquella época estaré yo con el Ejército sobre Popayán.

Dadas, firmadas de mi mano en el Cuartel General de la Purificación a 19 de diciembre de 1821-119.

[SIMON BOLIVAR]

[JOSE GABRIEL PEREZ]

* Archivo del Libertador. Sección O’Leary. TºXIX. fº 79 al 83.

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