Huandobal, a 6 de diciembre de 1823.
Al señor Secretario de Guerra de Colombia.
Ya había recibido dos partes S.E. el Libertador que aseguraban la prisión de Riva Agüero en Trujillo, cuando el 3 llegaron a manos de S.E. en Atunhuailas dos comunicaciones del 25 de noviembre último del Muy Ilustre Ayuntamiento de Trujillo y del señor Coronel La Fuente, en las que dan cuenta al Libertador de haber sido presos por la caballería y por el mismo pueblo el ex-Presidente Riva Agüero, el General Herrera, los Ministros y demás comitiva, y que iban a ser remitidos a Chile inmediatamente.
Un Edecán de S.E. el Libertador, hacía días que había salido para Trujillo con una comunicación en que S.E. aceptaba la entrevista propuesta por los comisionados de Riva Agüero. El Coronel La Fuente al instruirle del suceso del 25, le manifestó las comunicaciones que había interceptado de Riva-Agüero con los españoles, las cuales confirmaban el concepto general que habíamos formado de que Riva Agüero estaba en inteligencia con La Serna y demás jefes españoles, con quienes estaba de acuerdo para someter el Perú a la antigua dominación de sus opresores, y envolver en sus ruinas a todo el ejército de aliados. S.E. conserva en su poder una multitud de esta correspondencia como documentos auténticos de la perversidad de Riva Agüero.
Por un Mayor de artillería de los disidentes, y por el Secretario de Herrera, que se han venido a nosotros, ha comprendido S.E. los designios de los facciosos. De éstos el Regimiento de caballería que mandaba La Fuente y el batallón de la Legión entrarán a la transformación del Gobierno de Trujillo: el batallón 2º del primer Regimiento de la Guardia de Riva Agüero se ha dirigido a Cajamarca; y el primer batallón de Trujillo, el cuadro del 29 y el escuadrón de Lanceros de la Victoria se hallan en Huamachuco, en dirección a Cajamarca. Los jefes de estos últimos cuerpos que no han intervenido en la destitución de Riva Agüero manifiestan una obstinación decidida a no someterse al gobierno legítimo del Perú. Sin embargo S.E. se promete que bien pronto desaparezca esta miserable facción que por tanto tiempo ha paralizado las operaciones activas del ejército Libertador que por el orden natural de cosas debía estar ya sobre el Apurimac.
Una División del ejército queda ocupando el Departamento de Huailas hasta Huánuco. El señor General Sucre queda con el mando militar del mismo departamento y del ejército que lo guarnece, otra División marcha con S.E. en pos de los disidentes.
A pesar de los esfuerzos que se han hecho por acelerar las marchas del ejército, se han presentado en el tránsito obstáculos insuperables. Los infames facciosos han agotado todos los recursos, han saqueado al país, talado los campos, arrasando con bestias, y todo, todo cuanto podía servir para la subsistencia y movilidad del ejército Libertador. Por otra parte los caminos fragosos que ha traído el ejército en la peor estación del año, los fuertes páramos, la carencia de bagajes, caballos, etc., han sido otras tantas causas que han retardado la marcha de esta División. Con todo, multiplicadas las medidas más activas para proporcionar del modo posible lo muy indispensable al ejército, continuará éste hasta encontrar los restos de los disidentes y terminar sus pretensiones.
Dios, etc.
[JOSÉ D. ESPINAR]
De un copiador del Archivo del Libertador. Sección O’Leary. Tº XXI, parte primera, Fº 32 vuelto al 33.
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