Pativilca, 17 de noviembre de 1823
Al señor coronel Tomás de Heres
Querido Heres:
De oficio digo a Vd. lo ocurrido y los movientos que ha hecho el ejército sobre Huarás. Las fuerzas bloqueadoras del Norte deben haber zarpado hoy de Supe, para los cruceros de allí a Huanchaco y de este puerto al de Paita, con el objeto de extraer de todos aquellos puertos cuantos buques haya, e impedir ningún otro, cualquiera que sea su procedencia y destino.
Se han dado instrucciones circulares a todos los comandantes de las tropas embarcadas en los transportes que vengan de Panamá y Guayaquil, por si alguno de estos, todos o la mayor parte recalen o arriben a los expresados puntos.
Después de haber recibido los comisionados de Riva-AgUero la respuesta que dieron los nuestros de mi orden a sus proposiciones; y después de haber visto la primera columna de nuestro ejército, se fue inmediatamente Novoa, atolondrado, a dar cuenta a su comitente. El otro comisionado permanece aún y se irá a Lima después de haber visto la segunda columna, que ha llegado hoy a este pueblo. Aunque estos comisionados han manifestado las mejores disposiciones en favor de una amigable transacción, y aunque han demostrado un candor aparente, lo que hay de cierto es que no se han excedido un ápice de las instrucciones que trajeron de Riva-Agüero, las mismas que ha visto Espinar; pero no es de esperar nada bueno del corazón envenenado del Excmo. presidente y de sus miras eminentemente ambiciosas. Con todo, a la actitud militar que ha tomado el ejército libertador parece que debe reservarse la terminación de unas desavenencias tan funestas a la causa del país.
Sigue a esa el coronel Morales y espero me mande Vd. con él mismo, que debe regresar muy pronto, todos mis caballos.
Soy de Vd. cordial amigo.
BOLÍVAR
* De un impreso moderno. "Cartas del Libertador" (Fundación Lecuna), tomo III, págs. 332-333.