Caracas, 25 de enero de 1827.
SEÑOR GENERAL PEDRO BRICEÑO MÉNDEZ.
Mi querido Briceño:
En este momento recibo la carta de Vd. del 21 del corriente, junto con la de Juanica, para quien incluyo una carta que Vd. verá. Si después de leída ella persiste en venir a Caracas, que venga enhorabuena. Por mi parte, hago lo que creo que le conviene a ella por ahora y siempre. En cuanto a Vd., persisto en que Vd. debe ir al Sur donde le llaman sus intereses, su bienestar y el de la patria. La "Independencia" ha ido a Cumaná a llevar el batallón Apure; en cuanto regrese irá a disposición de Vd. Repito, y lo repetiré mientras Vd. no haya marchado, que Vd. debe irse al Sur por el servicio de la patria y por el bien y tranquilidad de Vd. Cada día me confirmo más y más en esta idea. Yo continúo bueno, pero lleno de trabajos en el arreglo de este país que tanto cuesta. En fin, yo haré lo que pueda. Conviene mucho que Vd. informe muy detalladamente al general Salom sobre todo lo que debe hacerse en esa plaza con respecto a su organización civil y militar.
Adiós, mi querido general, soy siempre su afmo. amigo.
Bolívar.
P. D.—En este momento recibo la noticia oficial de la guerra entre Inglaterra y España a causa de los últimos acontecimientos que han tenido lugar en el Portugal a causa de la constitución que se ha establecido allí, y que la España no ha querido reconocer. Desde ahora podemos asegurar que el primer fruto de esta venturosa guerra va a ser el reconocimiento de nuestra independencia de parte de España y mil otros sucesos que no alcanzamos a prever. Haga Vd. circular esta hermosa noticia con todos los aparatos que ella merece. Quédese Vd. en ese puerto hasta segunda orden. De Vd. afmo. amigo.
P. D.—La noticia que acabo de recibir de la guerra entre la Inglaterra y el Portugal, me ha determinado a llevar a efecto la resolución de expedicionar sobre Puerto Rico y ya comienzo a tomar mis medidas para llevar a cabo esta empresa útil al país y gloriosa para nuestras armas. Así, Vd. no debe disponer de la "Ceres" como digo arriba, sino ponerla inmediatamente en carena para que pueda servir en la expedición. El batallón Granaderos debe también ponerse en el mejor pie posible; aumentarse y disciplinarse. Este es uno de los cuerpos con que yo cuento y tal vez el primero para llenar esta empresa; empresa que nos va a asegurar la estabilidad interior, y adquiriremos un renombre inmortal. Esta expedición nos va a dar la ventaja de hacer más fuerte y duradera la reconciliación en que trabajamos. Aun cuando no podamos tomar a Cuba, una expedición a Puerto Rico puede y debe hacerse fácilmente. Sacaremos amigos y enemigos mutuos, y allá se hacen amigos tiernos en el seno de la guerra y de los peligros.
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