Palabras dirigidas al General Portocarrero, enviado del Gobierno del Perú. Guayaquil, marzo de 1823
Señor General:
El Perú no podía elegir ni un jefe más digno de su administración que el presidente Riva Agüero, ni un mensajero más agradable y más digno de representar al Perú en Colombia. La suerte de la bella República Peruana está ya asegurada, porque tiene un gobierno de su corazón, un ejército peruano y a Colombia de auxiliar. Sí, Colombia hará su deber en el Perú: llevará sus soldados hasta Potosí, y estos bravos volverán a sus hogares con la sola recompensa de haber contribuido a destruir los últimos tiranos del nuevo mundo. Colombia no pretende un grano de terreno del Perú, porque su gloria, su dicha y su seguridad se fijan en conservar la libertad para sí, y en dejar independientes a sus hermanos.
Señor General: Responda V. S. al Gobierno del Perú, que los soldados de Colombia ya están volando en los bajeles de la República para ir a disipar las nubes que turban el sol del Perú.
* De un impreso moderno. Simón Bolívar. Obras Completas, tomo II, pág. 1.189.