Caracas, 13 de enero de 1827.
(AL señor J. M. Castillo y Rada, Secretario de Hacienda).
El general Pedro Briceño Méndez, que ha sido nombrado jefe superior de los departamentos del Sur, se prepara a marchar a su destinó. Este benemérito general lleva consigo una parte de mi familia, cuya suerte no puedo desatender y por lo cual me dirijo a S. E. el vicepresidente de la república por el órgano de V. S.’, encargándole se sirva disponer que a este general se le entreguen diez mil pesos a cuenta de los sueldos atrasados que tengo devengados. Esta entrega es tanto más urgente y necesaria, cuanto que el general Briceño acaba de consumir últimamente en la plaza de Puerto Cabello los cortos medios con que contaba para subvenir a la subsistencia y viaje de su familia, que también es la mía, prefiriendo, como era de esperarse, la salud de la patria a las obligaciones de la naturaleza.
Con esta misma fecha escribo al intendente de Cartagena con el objeto de que ponga a disposición del general Briceño la cantidad que juzgue necesaria para continuar su marcha.
Sírvase V. S. poner este encargo en conocimiento de S. E. el Vicepresidente, que espero la atenderá.
Soy de V. S. atento servidor.