Caracas, 6 de marzo de 1827.
Al señor José Manuel Restrepo.
Mi querido amigo:
Me ha sido ciertamente muy agradable recibir la apreciable carta de Vd. en la cual me felicita con tanta bondad por los últimos sucesos de Venezuela y por haber desaparecido la guerra civil que la amenazaba. Yo también congratulo a Colombia, al gobierno y a Vd. por este triunfo, del cual deben esperarse infinitos bienes.
No sé, a la verdad, que decir a Vd. sobre las ideas que Vd. me presenta en su carta con respecto a la formación de siete departamentos en Colombia. El pensamiento me parece bueno, pero yo no puedo fijarme en él, como en ningún otro, porque estoy cierto que sucedería lo mismo que con cuantos se han sugerido durante esta crisis; es decir, que hoy se aprobaban para desaprobarlos mañana.
Tampoco tengo embarazo en decir a Vd. que esto mismo acaba de suceder en esa capital, de donde apenas salí cuando ya se apartaban de las ideas en que habíamos convenido durante mi permanencia allí. Además, yo estoy determinado a no mezclarme en nada y dejar al pueblo que pida y sancione para si aquello que más le convenga. Por esta razón y muchas otras, me alegro saber que los diputados que componen el congreso sean de opinión que se convoque la gran convención, para que decida de los destinos de la república. Por lo demás, estoy resuelto a no continuar en el mando, para lo cual he dirigido mi renuncia al senado.
Estoy muy cansado, mi querido amigo, y ya no puedo soportar el peso del servicio público. Vd. sabe que este sentimiento ha sido innato en mi corazón.
Incluyo a Vd. una carta que me ha escrito el coronel Obando en que me hace algunos reclamos en favor de la provincia de Pasto. Recomiendo a Vd. proporcione al coronel Obando los medios de llenar las promesas que hizo a los que aprehendieron al faccioso Benavides. Yo le di esta instrucción al pasar por Pasto y Vd. ha visto el buen efecto que ha producido.
Créame Vd. siempre su afectísimo amigo.
Bolívar.
* Véase atrás carta a Obando de 9 de febrero.
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