Al Señor Coronel Vicente Aguirre.
S.E. el Libertador Presidente se ha impuesto del oficio de US., 7 de febrero, en que habla de los indios de Chimbacalle que apalearon el posta que venía a esta ciudad. S.E. no alcanza por qué cree US. que no se manifiestan criminales dichos indios, cuando ellos han atacado la seguridad de un ciudadano, y ciudadano que iba en comisión del servicio, pudiendo haber causado graves males por el retardo en recibirse aquí las órdenes de S.E. Si como los indios, dicen, maltrataron al posta porque iba acompañado de uno tenido por godo, cometieron un atentado enorme tomándose por sí mismos la justicia que sólo pueden administrar los tribunales establecidos por las leyes, fuera de que en Colombia no está nadie autorizado para tener por enemigos del Estado, sino a aquellos a quienes el Gobierno o las autoridades competentes declaran formalmente tales. Así es que de cualquier modo que se vea este hecho, S.E. lo considera siempre criminal por cuanto él ha sido una infracción de las leyes. S.E. no quiere que a los acusados se les haga precisamente tal o tal cosa, sino que sean castigados como sea justo; pero al mismo tiempo no puede convenir S.E. en que no se manifiesten tan criminales como aparecen a la primera vista.
Dios etc.
Guayaquil, 16 de febrero de 1823.
TOMÁS DE HERES
* De un impreso moderno. O’Leary, Memorias; tomo XIX, págs. 445-446.
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