DOCUMENTO 7097 OFICIO DE JOSÉ GABRIEL PÉREZ PARA EL GENERAL PAZ CASTILLO, FECHADO EN QUITO EL 7 DE DICIEMBRE DE 1822, EN EL CUAL LE AVISA RECIBO DE CORRESPONDENCIA, SE REFIERE A LAS ORDENES DEL LIBERTADOR SOBRE LA DI­VISIÓN DE SU MANDO RESPECTO A LA PERMANENCIA Y CON­DUCTA DE ESTA Y LE SUGIERE CONTRADECIR EN EL PERÚ LOS CHISMES QUE ALLÍ FORJAN LOS ENEMIGOS DE COLOM­BIA.*

Quito, 7 de diciembre de 1822.

Al Señor General Juan Paz del Castillo.

He recibido las notas de V.S. de 7 y 8 de noviembre fechadas en Lima, con cuanto V.S. me incluye, y he tenido la honra de dar cuenta de todo a S.E. el Libertador.

Por mis comunicaciones de 15 de noviembre cuyo principal dirigí con el Teniente Coronel Salgado y el duplicado por el correo del 20 se habrá impuesto V.S. de las órdenes de S.E. con respecto a la división de su mando: el convenio que debe celebrarse con el Gobierno del Perú para la permanencia de nuestras tropas en ese Estado y las instrucciones según las cuales debe hacerse este convenio: de la conducta militar que V.S. debe observar llegado el caso, y en fin le he manifestado a V.S. todos los deseos de S.E., a lo cual nada tengo que añadir. Sólo repito a V.S. que la división esté siempre unida, que por ningún caso se desprenda de ella nin­gún cuerpo: que toda esté bajo las órdenes de sus Jefes propios y respectivos. Que no se comprometa sino con una absoluta proba­bilidad de buen suceso y que procure siempre estar obrando por la parte del Norte del Perú, para en todo caso poder replegar sobre nuestro Sur y recibir los auxilios necesarios y salvarse a toda costa.

Son infinitos los chismes que forjan los enemigos de Colombia en el Perú presentándola conmovida, agitada y aún destrozada por facciones y divisiones intestinas. Contradígalas V.S. pues en la República reina el mejor orden, la más exacta armonía y los nego­cios marchan con un paso firme que nos asegura la estabilidad de nuestro sistema y de nuestro Gobierno. Este es respetado y querido de los pueblos, y él se ocupa en hacer su felicidad; no hay un ambicioso ni un asomo de partidos. La tranquilidad interna está perfectamente establecida y nuestros enemigos externos nos respetan.

La facción de Pasto no vale nada: el General Sucre con dos mil hombres está en el Guáitara. Lleva esta fuerza para atacarlos de frente y de flanco, envolverlos y destruirlos en un solo golpe.

Dios guarde.

[J. GABRIEL PEREZ ]

* De un copiador del Archivo del Libertador. Sección O’Leary, tomo XIX, folio 376 vto. al 377 y vto.