Popayán, 27 de febrero de 1822.
Al Intendente del Cauca.
He recibido la comunicación de V.S. de 23 del presente de que he dado cuenta a S.E. y tengo la honra de decir a V.S. que es muy urgente la remisión de las 1.000 reses que se han pedido a V.S. para el hospital y guarnición de esta ciudad; pues S.E. aún tendrá que usar de una parte de ellas para la marcha de la última División; así es que me manda diga a V.S. que estas mil reses se remitan por partidas, y con prontitud y a la brevedad posible, a este Cuartel General, aun cuando sean pequeñas las partidas, pues se logrará el que descansen, y el que vayan conduciéndose con más seguridad y prontitud. S.E. encarga mucho a V.S. la remisión por partidas.
Con respecto a las 1.000 reses que S.E. mandó salar, me manda diga a V.S. que aunque no renuncia al proyecto de remitir a Guayaquil algunas tropas, si vienen buques, este proyecto se ve actualmente como remoto y de consiguiente no deben matarse ni salarse las mil reses, sino que se deben traer prontas para cuando S.E. ordene que se salen.
Con respecto a la escasez de fondos que V.S. manifiesta, me manda le diga, que la composición que ha mandado hacer del camino de Cali a la Buenaventura, se reduce sólo a allanar los pasos difíciles y no a una composición formal: que para esto bastan cincuenta peones a los cuales no se les debe dar jornal, sino ración, no siendo justo que ellos gocen más comodidad que la tropa la que sólo tiene ración y una pequeña paga.
Que pida V.S. los seis u ocho mil pesos o la parte que crea necesaria, para sostener los hospitales al Tesoro del Chocó, pues la mantención de nuestros enfermos es de una gran preferencia, no menos que los objetos que se piden a V.S. para el Ejército.
Los enfermos del Ejército merecen la primera atención del Gobierno y abandonarlos, o no socorrerlos con cuantos auxilios puedan proporcionárseles, seria el colmo de la injusticia, después que han sufrido privaciones infinitas y defendiendo a la patria.
Quedo en cuenta de que los arroces irán viniendo sucesivamente este Cuartel General como se vayan proporcionando las caballerías y S.E. espera de la exactitud de V.S. que no tallaran oportunamente en esta plaza.
S.E. ha prevenido al Señor General Jefe del Estado Mayor General que destine un oficial a las órdenes de V.S. para las operaciones de la costa, no pudiendo ser el Teniente Coronel Murgueitío que está destinado de Jefe de Estado Mayor de la primera División y marchó muchos días ha, hacia Pasto.
S.E. el Libertador previene a V.S. remita a esta Ciudad las maquinas instrumentos y demás útiles de la casa de moneda para establecerla como antes, pues hace una notable falta, para acuñar el oro de los propietarios de esta provincia.
Dios guarde, &.
[JOSE GABRIEL PEREZ]
* De un copiador del Archivo del Libertador. Sección O·Leary, tomo XIX, folio 192 vto. al 193 y vto.
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