Al señor Secretario de Guerra.
S.E. el Libertador recibió las comunicaciones, que condujo el Edecán Medina. Como puede suceder que el armisticio sea de corta duración, si el enemigo no entrega el territorio que posee, es más necesario aun reponer en Pasto, o en la Provincia de los Pastos, donde, como antes he dicho a US., hará alto S.E., las bajas, que necesariamente habrá sufrido el ejército en la marcha y paso de Juanambú. Allí esperará S.E. el Libertador los refuerzos, que ha pedido nuevamente, y los que antes había reclamado. Es decir, que allí esperará el batallón de artilleros de Bogotá, engrosado con los 600 reclutas pedidos por el oficio de 17 del presente, que se ha dirigido por duplicado, y los reclutas pedidos antes, de modo que entre el batallón de artilleros y los reclutas pedidos desde Cali y este Cuartel General, reciba S.E. por lo menos, un refuerzo de 2.000 hombres en Pasto, o la Provincia de los Pastos, en donde hará alto de todos modos. Si este refuerzo no viene íntegro, y con cuanto se ha pedido, la suerte de la campaña es muy dudosa, y aun puede decirse aventurada. Así, pues, S.E. me manda lo participe al Gobierno, para que dicte las providencias convenientes; a fin de que tenga efecto lo que S.E. el Libertador reclama, como necesario para la libertad de Quito.
Incluyo a US. una adición a las noticias dadas por el capitán del bergantín Aranzazu, recibida anoche del puerto de la Buenaventura.
En el tránsito del ejército por la Provincia de Neiva, y conducción de nuestros elementos, hasta este Cuartel General, se han agotado enteramente las caballerías de aquella Provincia, porque unas se han muerto y las otras se han dejado aquí para la marcha, para lo cual son absoluta, absolutamente necesarias. Así, pues, para la marcha y conducción de las columnas, que deben nuevamente venir de Bogotá, es indispensable que el Gobierno tome sus medidas, para que craican caballerías, siquiera hasta la Plata, de donde podrán venir en hombros de indios, haya este Cuartel General los elementos que aún faltan por venir.
Son de primera necesidad tres o cuatro mil frazadas para el ejercito. S.E. me manda lo diga a US. Para inteligencia del Gobierno, entendiéndose que son sin incluir las que traiga la rropa que debe venir de Bogota.
Dios. etc.—Popayan, febrero 18 de 1822.
JOSE GRABIEL PEREZ
*De un impreso moderno. O’I.eary, “Memorias”; tomoXIX, pags. 187-188.
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