TURBACO, 1º DE AGOSTO DE 1827
DE BOLÍVAR A TORRES.
MI RESPETABLE AMIGO:
Desde que se instaló el congreso he visto continuamente y con placer las opiniones que Vd. ha emitido en él y las defensas que Vd. ha hecho de mi reputación, que se ha querido manchar con los colores más negros. A la verdad, mucho tengo que agradecer a Vd., a Vd., digno hermano de don Camilo.
Los negocios del Sur y el estado general de la república me llevan a toda prisa a la capital, donde espero llegar muy pronto, pues que no me ha sido posible abandonar la patria y mis amigos cuando se hallan amenazados de muerte. De este modo tendré el gusto de abrazar a Vd. dentro de muy pocos días.
Hemos visto con satisfacción que el congreso ha decretado la gran convención. Honor a aquéllos que, como Vd., han preferido los intereses del pueblo a las facciones ajenas.
Entre tanto, créame Vd. siempre su afmo. amigo.
BOLÍVAR.
"Biblioteca Popular", N’ 102. Jorge Roa. Bogotá.