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DOCUMENTO 6594. CARTA DE BOLÍVAR PARA SANTANDER, FECHADA EN POPAYAN EL 29 DE ENERO DE 1822, EN LA CUAL LE DEMUESTRA SU PREOCUPACIÓN SOBRE LA CAMPAÑA A EMPRENDER SE. LE ANUNCIA EL ENVIÓ DE PLIEGOS CON MEDINA. LE DESCRIBE EL CONTENIDO DE LOS PLIEGOS.*

Popayán, 29 de enero de 1822.

A S.E. el General F. de P. Santander.

Mi querido general:

A pesar de que ayer tarde recibí la acta de Panamá, que me parece magnífica, estoy extraordinariamente incómodo con todo el mundo, y aun con los elementos que tienen parte en la disminución del ejército del sur. Toda la noche he estado sin dormir, meditando sobre las nuevas dificultades que se me presentan y sobre los nuevos medios que tiene el enemigo para defenderse. Yo he formado mi cálculo y estoy cierto que no llevaré 2.000 hombres al Juanambú, como también estoy cierto que él me presentará más de 4.000. De suerte que si espero, volvemos a la noria de reclutas y bajas, y si no espero, voy a dar un combate más aventurado que el de Boyacá, y voy a darlo de rabia y de despecho, con ánimo de triunfar o de no volver. Mi mayor esperanza la fundo en la política que voy a emplear en ganar el país enemigo y aun los jefes y tropa, si es posible; para lograr esto se necesita emplear cuanto voy a proponer.

Mi edecán Medirá llevará estos pliegos a usted y él debe volver trayendo consigo, con mucho cuidado y con mucho alboroto, los que usted le entregue para mí, a fin de que me vaya a alcanzar en Patía a fines de febrero o a principios de marzo.

El primer pliego debe contener uno del secretario de estado en que me participe haber recibido notas oficiales de Revenga, de tal fecha, que ustedes pondrán allá, tan recientes cuanto puedan set, en las cuales él hable como de una cosa positiva pero muy secreta, comunicada por un agente extranjero cuyo nombre oculten para no comprometerlo, de un tratado entre Portugal, Francia e Inglaterra, en que estas naciones se comprometen a una mediación armada entre la América y la España, para impedir la continuación del curso de las calamidades y de las revoluciones que tienen agitado el mundo; que la mediación se reduce a obligar a la América a que pague todos los gastos de la guerra, y a la España a que reconozca la independencia de los nuevos gobiernos, concediendo a los españoles regalías y privilegios por diez años, para que se indemnicen de la pérdida que ahora hacen; que el rey de Portugal ha sido el primer agente de este proyecto; que la Inglaterra lo había aprobado y que se esperaba que la Francia haría lo mismo. Este pliego contendrá además lo más que ustedes crean conveniente añadir. Tendrá, poco más o menos, la fecha de este día en que yo escribo, para preparar, por decirlo así, las nuevas noticias que contendrán las otras.

El segundo pliego será un memorándum dirigido desde París por el señor Zea a mí, con un oficio de fines de noviembre, también de él, en que me explique las miras de los gobiernos de eu-ropa, concillándolas con nuestros intereses. El memorándum debe contener la sesión que e! señor Zea supone haber tenido con el ministro de relaciones exteriores francés, cuyo nombre deben ustedes poner, pues yo no lo sé, y es de importancia que se nombre. La conferencia debe rodar toda sobre el proyecto de la mediación armada que la Francia, de acuerdo con las otras potencias dichas, han tomado a pechos, a fin de hacer bien a todas las naciones, impidiendo el curso del espíritu revolucionario que agita a todos los pueblos europeos. Debe terminar la sesión por recomendar el ministro francés la adopción de principios constitucionales en América a imitación de Méjico, protestando, sin embargo, que la mediación no entrará de ningún modo en nuestras interioridades, ni en el mecanismo de nuestros gobiernos porque su objeto no es más que dar la paz a las naciones beligerantes. La nota de Zea y su memorándum deben ser de fines de noviembre, y él debe añadir que el ministro francés le ha ofrecido mandarlo inmediatamente a Colombia por la vía de Martinica, en el bergantín de guerra Le Veteran, pronto a partir de Brest. Debe imitarse mucho el estilo de Zea en sus adulaciones al ministro francés, y el del ministro mucho más aún: debe ser gálico, circunspecto, aristocrático y fuertemente adicto a los principios de legitimidad, o por lo menos, a los de monarquía constitucional. El señor Zea debe decir que la adopción de esta mediación es hija de la independencia de Méjico y del Perú; es mucho el efecto que ha producido el plan de Iguala; que la Europa entera se ha desplomado en nuestro favor. Debe exagerar las fuertes conmociones causadas en Madrid por los partidos, por y contra el tratado de Córdoba; que se acusa a O’Donojú como traidor, y a Fernando como el autor de la traición. Debe señalar tumultos espantosos causados por este suceso y señalar como infalible la ruina del ministerio y aun la de Fernando. En fin, es indispensable guardar mucho las proporciones en el lenguaje que se use en dichas comunicaciones para que sea creíble.

El tercer pliego debe contener una copia de un oficio del general Latorre al general Páez, en que Latorre, con fecha del 14 de enero poco más o menos, le pide al general Páez un salvoconducto para mandar diputados cerca de mí, con una comisión de la mayor importancia que acaba de llegar de España con el objeto de entablar y concluir un tratado de paz con el gobierno de Colombia. Tengo además la satisfacción de añadir a V.E., debe decir Latorre, que he recibido órdenes expresas de la corte de suspender las hostilidades por mi parte, y de hacerlo entender así al gobierno de Colombia. Los pasaportes los debe pedir Latorre para tal y tal, cuyos nombres y empleos debe indicar, y que yo no señalo ahora por no cometer alguna inconsecuencia que sea conocida. Soliciten ustedes por allá qué personas se pueden nombrar propias de representar un carácter diplomático en materias militares y de comercio. Tengan ustedes entendido que Murgeon acaba de venir y debe conocer a todo el mundo por allá. Este es el punto más difícil que tenemos que tocar, y es indispensable nombrar los individuos para que la cosa sea más creíble; mas en caso de no estar ciertos de nombres adecuados, será bueno pasar en claro el nombre de estos individuos, lo que nunca dejará de ser un gran defecto en la composición de esta nota. El general Páez debe contestar inmediatamente ofreciendo todo y también suspensión de armas. La copia de su respuesta debe venir firmada por su secretario, y él debe escribirme a mí directamente un oficio dándome parte de todo con mucha satisfacción. La firma de Páez es muy fácil de fingir, lo mismo que la de Zea: estas dos firmas como también la del secretario de Páez deben ser muy bien imitadas.

El cuarto pliego debe contener cuatro o seis ejemplares de la Gaceta de Bogotá, en que inserten dos o tres artículos de la "Miscelánea", diario gaditano y universal, en los cuales se anuncia la caída del ministerio, el levantamiento de dos o tres ejércitos, y tumultos sanguinarios en Madrid con la muerte de Morillo y otras bagatelas de esta especie, pedradas al palacio del rey, y La Fontana proponiendo una asamblea nacional para erigir la España en república. Por supuesto, Riego a la cabeza de un ejército oponiéndose a la venida de Fernando VII a Méjico y las tramas de éste para venirse.

El número de estas Gacetas debe salir, sin embargo, sin ninguna mentira ni cosa semejante a los artículos que acabo de indicar. Solamente los cuatro o seis ejemplares que usted me envíe deben estar impresos con todos estos enredos. Yo tendré buen cuidado de no hacer más que mostrar todos estos documentos a los parlamentarios que convidaré con este motivo.

El objeto de toda esta baraúnda es el persuadir al enmigo que todo está hecho: que deben tratar conmigo y que debemos ahorrar nuevos sacrificios de sangre en circunstancias tan propicias, pero que, para esperar a los plenipotenciarios de España, necesito tomar posesión de Quito, o del resto de la provincia de Popayán, mientras dura el armisticio. En este tiempo gano a los pastusos y quizá a muchos jefes y tropa española, que sin duda debe disolverse la mayor parte de su tropas en la expectativa de que va a acabarse la guerra.

Al entregar a Medina estos pliegos debe usted encargarle mucho la celeridad y persuadirlo de todas estas mentiras, para que él las venga diciendo desde Santafé hasta mi cuartel general. Este ruido se propagará, correrá, se acabará y Medina quedará por embustero. Usted debe responder a todo que así se dice, pero que no sabe nada. Sin embargo, esta misma respuesta no debe darse en los primeros días, para que los que escriben de allá para acá escriban estas mismas mentiras.

Usted, Gual y Briceño deben escribirme mil exageraciones de paz, guerra, tropas y cosas de Europa, para que yo pueda mostrar esas cartas a todos, principalmente a los enemigos; pero exageraciones que sean creíbles.

Mándeme usted una copia de la clave que se tenía con Revenga, y todas las noticias que sean ciertas escríbamelas usted en una carta particular por medio de dicha clave, porque es muy posible que las comunicaciones las intercepten algunos patianos. Procure usted que Medina alcance aquí al coronel Salom con su columna, para que vaya junto con él a alcanzarme a Patía, si yo no me he marchado antes, a fin de que no se vaya a perder esta preciosa correspondencia. Por supuesto, usted no debe darse por entendido en su correspondencia de esta carta, ni de nada, nada que pueda perjudicarme; que nuestras Gacetas no estén en oposición con estas noticias que ahora pensamos persuadir. Mucho he sentido que haya publicado la salida de Revenga de España. La tal noticia no sirve para nada.

No he recibido la carta del coronel Fábrega y por esta razón no la contesto.

Mándeme todos los auxilios que pido para formar un ejército de reserva para en el caso que me derroten, pues yo no puedo permanecer en inacción perdiendo el ejército, que infaliblemente se acabará permaneciendo en estación.

Soy de usted de corazón,

BOLÍVAR

Boletín de la Academia Nacional de la Historia. Caracas, Nº 74, pág. 301, donde se explican las ocurrencias con la carta del Libertador.

Esta carta ha sido publicada en el Archivo de Santander con fecha 19 enero. El original dice claramente 29 de enero. Bolívar estuvo en Cali hasta el 22 de enero, fecha de la última comunicación de su secretaría en esa ciudad; la primera nota de la misma puesta en Popayán es del 27 de enero.

En la colección de O’Leary, tomo XVIII, páginas 572 y 582, y tomo XIX, páginas 143, 145 y 188, se insertaron por error los documentos simulados como auténticos.

* De un impreso moderno. "Correspondencia dirigida al general Santander", volumen II, págs. 288-292.

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