Caracas, 27 de marzo de 1827.
Al señor Fernando Peñalver.
Mi Querido Amigo:
Contesto la apreciable carta de Vd. que acabo de recibir, en que Vd. me habla de la deserción de los "Dragones" y de su precipitado regreso a Valencia que he celebrado. Con respecto a esta deserción se han tomado todas las medidas imaginables, y hoy, como lo más eficaz, se fusilan tres que han sido juzgados y condenados. Ayer he tenido noticias del Oriente donde se han mejorado las cosas infinitamente, y hoy he recibido cartas de Marino diciéndome que todo es nada y me ofrece que la tranquilidad se mantendrá. En este correo se le manda al general Salom la autorización general para que haga todo lo que convenga a los intereses del gobierno y a la seguridad del orden. Vd., por su parte, debe hacer cuanto pueda, y recomiendo a Vd. muy particularmente los cobros y perfecta distribución y recaudación de los intereses del estado. Sepa Vd. que la tropa se levanta y los oficiales se disgustan porque no los pagan. Yo aquí estoy tomando medidas para que paguen los comerciantes lo que deben al estado y van a la cárcel los que no cumplen.
Soy de Vd. afmo. amigo.
BOLÍVAR.